Las patronales reivindican Sant Antoni como puerto comercial

La última reunión del Consell de Transport Marítim de Balears, que depende de la conselleria de Transportes del Govern y reúne a los sectores implicados en el mundo portuario, abordó la necesidad de recuperar los usos comerciales en el puerto de Sant Antoni, que quedaron suspendidos hace unos dos años tras un acuerdo entre todos los partidos políticos del municipio y de la isla para terminar con las molestias que provocaba esta actividad.

En la citada reunión, que tuvo lugar el miércoles en Palma, las patronales representadas consideraron necesario recuperar este puerto para la descarga de mercancías, al objeto de disponer de «una segunda puerta de entrada a la isla, aparte del puerto de Vila», afirmó el miembro de la Cámara de Comercio de las Pitiusas, Rafael Cardona, quien sin embargo no pudo asistir al citado encuentro.

Cardona, vinculado a las navieras, explicó a este diario: «No es que tenga que recuperarse el uso comercial del puerto de Sant Antoni, es que nunca ha dejado de tenerlo». Cardona recordó el caso de Menorca, donde «el Govern se gastó un dineral para construir el segundo puerto en Ciutadella para estar bien comunicados con Mallorca».

«Si un día en el puerto de Ibiza hubiera algún incidente o un derrame, por ejemplo, nos quedaríamos incomunicados», manifestó el representante de la Cámara de Comercio.

En cambio, el alcalde de Sant Antoni, Josep Tur, recordó que un acuerdo unánime del pleno del Ayuntamiento acordó rechazar los usos comerciales para evitar los trastornos que provocan en el pueblo. Este mismo rechazo fue luego aprobado también, e igualmente por unanimidad, en el pleno del Consell.

«La recuperación del tráfico de camiones lo puede defender alguna empresa que viene tres meses en verano, pero yo tengo que defender los intereses generales de la población todo el año», señaló Tur, quien recordó que el objetivo de los políticos de Sant Antoni «es recuperar el pulmón que representa la bahía».

El alcalde señaló que los camiones de mercancías «colapsan el tráfico del pueblo en verano» y los barcos «remueven el fondo y ensucian el mar, lanzando fango hacia las playas». «Además, provocan un oleaje que llega a provocar accidentes», añadió.

«En verano, el pueblo de Sant Antoni no necesita ni más tráfico ni más gente», manifestó el alcalde.