La oleada de denuncias y reclamaciones por falsas intoxicaciones alimentarias en hoteles de las islas, siempre por parte de turistas británicos, podría empezar a remitir a partir del próximo verano, gracias a las acciones emprendidas por las autoridades británicas y a recientes sentencias judiciales. Así lo consideraron ayer dos expertos en la materia en el transcurso del III Congreso de Viviendas Turísticas que concluyó en la sede de la UIB, organizado por la patronal AVAT.

Los abogados Sergio Carrasco, de Ibiza, y Julia Suderow, de una consultora legal, recordaron que numerosos hoteleros de Mallorca, Canarias y, en menor medida, Ibiza, han sufrido los efectos de esta estafa, promovida por bufetes de abogados ingleses. «Hay despachos que se han especializado en este tema. Incentivan a clientes que han ido de vacaciones a las islas a que denuncien que han sufrido una intoxicación alimentaria y, así, las vacaciones les salen gratis cuando cobran la indemnización», señalaron. Estos bufetes cobran luego una comisión por cada caso.

Las reclamaciones empezaron a crecer exponencialmente en 2013 y casi siempre afectan a hoteles que ofrecen servicio de todo incluido, pues se supone que el cliente come siempre allí. Sin embargo, estas presuntas intoxicaciones afectan de manera exclusiva a ciudadanos de nacionalidad británica.

«En Balears, los hoteleros han tenido que pagar hasta 60 millones de euros en concepto de este tipo de reclamaciones», afirmó Suderow, quien señaló que, si este volumen de intoxicaciones fuera real, «estaríamos ante una alerta alimentaria».

Este tipo de engaños se ve estimulado por los vacíos legales que existen en la normativa británica, que favorece la presentación de estas reclamaciones fraudulentas. Esto se añade a la especial protección que las leyes de ese país otorgan a los consumidores.

Cárcel para dos culpables

Cárcel para dos culpables

Una reciente sentencia acaba de abrir la puerta a combatir estas actuaciones. «Han condenado a una pareja a varios años de cárcel por reclamar una indemnización de 20.000 euros a Thomas Cook, diciendo que habían sufrido una intoxicación alimentaria. Sin embargo, el turoperador y el hotelero empezaron a trabajar conjuntamente y comprobaron que esa pareja había consumido una enorme cantidad de alcohol y que, además, en las redes sociales iban diciendo que sus vacaciones habían sido maravillosas», sin alusión alguna al supuesto problema de la intoxicación, añadió la abogada.

Por su parte, Sergio Carrasco aseguró que el volumen de denuncias por este tipo de hechos ha aumentado un 700% en Balears durante los últimos tres o cuatro años. «Es evidente que siempre se produce alguna intoxicación, pero estas cifras tan elevadas denotan que hay un problema y que no éste no proviene de los hoteleros», añadió.

«No compensa el pleito»

«No compensa el pleito»

En muchas ocasiones, los empresarios afectados deciden no pleitear «porque no compensa el coste del proceso».

Sin embargo, la solución no será sencilla, porque hará falta una reforma legal en Gran Bretaña que impida que se produzcan este tipo de situaciones. Julia Suderow recordó que la primera ministra, Theresa May, ya ha anunciado que se van a tomar medidas al respecto.

Carrasco consideró necesario también que los hoteleros «negocien unas condiciones diferentes con los turoperadores» para blindarse ante fraudes como estos.

En Mallorca, miembros de estas redes han llegado a apostar furgonetas con el rótulo de cazadores de reclamaciones ( claim farmers se les denomina) en la puerta de los propios hoteles.