Los cinco agentes de la Guardia Civil, acompañados del carabinieri y de la agente de policía alemana, se encontraban realizando los controles de droga a algunos de los asistentes a la fiesta cuando, de repente, observaron cómo una moto que volvía de la mansión frenaba en medio de la cuesta. Eran dos chicas que, al salir de una curva y detectar la presencia policial, trataron de simular que sólo circulaba una de ellas en el scooter, así que la que no llevaba casco empezó a bajar el camino a pie. La maniobra fue tan torpe que incluso provocó risas, así que se les dio el alto inmediatamente. Al darse cuenta de que eran alemanas, la Guardia Civil requirió la presencia de la agente de este país que forma parte del programa de intercambio, así que las infractoras podían ser atendidas en su idioma. Las dos jóvenes siguieron educadamente las indicaciones de la policía alemana hasta que, pasado un buen rato, una de ellas, la que no llevaba el casco, se dio cuenta de que llevaba un uniforme de Polizei y les estaba hablando en su mismo idioma. «¿Pero qué está pasando, que hace aquí esta policía alemana», exclamó completamente pasmada mientras no sabía a quién dirigir sus palabras.