Alrededor de 500 personas han participado este Viernes Santo en el Vía Crucis que a las 9 horas ha partido de la iglesia de Santa Cruz, en la calle Aragón de Vila, hasta la catedral. La primera de las 14 estaciones (Jesús condenado a muerte) tuvo lugar en el altar del propio templo, lleno de feligreses, cerca del monumento eucarístico (Sa Casa Santa), decorado con una menorá. Los miembros de la Cofradía del Santo Cristo de la Agoníaprocedieron al descenso de la imagen.

Cuatro personas se encargaron luego, por turnos, del traslado del Cristo de la Agonía por las calles de Ibiza. Se turnaron los cofrades con los paisanos con la intención de que estos participaran en la procesión.

La segunda estación (Jesús con la cruz a cuestas) se celebró al comienzo del remodelado paseo de Vara de Rey, para luego internarse por las calles de Dalt Vila. Salvo los cánticos, se guardó en todo momento "un silencio exquisito", como rogó el párroco de Santa Cruz, que además instó a los presentes a que en caso de que se cantara alguna saeta, no fuera aplaudida a su término.

A su llegada a la iglesia de Santo Domingo (octava estación, Jesús encuentra a las mujeres de Jerusalén), los cofrades del Santísimo Cristo del Cementerio sacaron la imagen a las puertas del templo para enfrentarla a la del Cristo de la Agonía.