Ben Beeckmans (Amberes, 1951) es vulcanólogo, licenciado en Ciencias Ambientales y doctor en Ciencia y Tecnología de la Universidad Nelson Mandela de Tanzania. Desde su residencia en Ibiza ha recorrido prácticamente todos los confines del planeta para observar la actividad que genera el interior de la tierra. Cuando habla de su trabajo lo hace con pasión y con cierto tono amargo, al sentirse, en cierta forma, un incomprendido por parte de las administraciones con las que ha trabajado allí donde ha observado la actividad volcánica.

Anoche en el Club Diario de Ibiza explicó a los interesados primero los principios básicos de la vulcanología. Hizo un acercamiento a esta ciencia que estudia el comportamiento de los volcanes en las distintas latitudes del planeta. Comenzó por enumerar las principales zonas de actividad y los distintos tipos de volcanes que existen, los tipos de magma que expulsan así como los materiales y gases.

Beeckmans no escondió que tras su actividad científica hay algo de espíritu «aventurero», que le ha llevado a estar en las situaciones más extremas ante la fuerza de la naturaleza. Esas experiencias las transmitió en forma de anécdotas vividas en primera persona, como la del joven que le acompañó a observar un volcán, en la República Democrática del Congo, y le preguntó ante el lago de lava: «¿Este fuego es de Dios o del diablo? Y eso es lo dijo con un kalashnikov en la mano».

También se centró en la labor que realizan expertos como él: «Los vulcanólogos salvamos vidas», resumió.

Antes, detalló cuáles son los principales riesgos volcánicos y el trabajo que desarrollan los especialistas en esta materia para la seguridad de la población cercana. Pero también destacó la recopilación de datos sobre el fenómeno, sobre todo tras haber un colapso y las consecuencias en la zona. Hizo especial incidencia en la importancia que tienen los centros científicos, los observatorios volcánicos, situados en las zonas de riesgo que es «donde debemos actuar e interactuar con la población cercana y con la Administración que es la que toma las decisiones».

Predicción de erupciones

Predicción de erupcionesBeeckmans señaló que en la actualidad con los avances científicos en el campo de la geología y de la física; contando con los equipos necesarios en el correspondiente observatorio y ante un cambio del comportamiento del volcán, cuya actividad ya ha sido analizada, se puede llegar a prever «con seis meses de antelación la erupción, pero estos no son los peligrosos», los que lo son son los imprevisibles.