Irene Apolo está "desbordada" y hasta "asustada", según sus propias palabras. Su historia es de todo menos común. Ella es una "artesana de las plantas" que comercializa sus productos bajo su marca personal Laire. Recoge las plantas que necesita de los campos de Ibiza y con ellas produce cremas, aceites, pomadas medicinales... y un champú muy especial.

El trabajo de Irene no hubiese llamado la atención más de lo preciso de no ser por un anuncio que hasta hoy mismo aparece en la sección de Clasificados del Diario de Ibiza.

El anuncio por palabras dice así: "Buscando a Irene desesperadamente. Este verano te compré un elixir en un mercadillo de Ibiza. Por favor, escríbeme a hairesurrection@gmail.com". Y entonces Irene Apolo dejó de ser anónima.

Un lector del Diario colgó una foto de este anuncio en el grupo de Facebook Ibiza Winter Residents. Ahí lo vio Irene. Irene y un periodista del blog Strambotic del diario digital Público, que investigó sobre este extraño anuncio por palabras y sacó a la luz pública a esta alquimista extremeña radicada en Ibiza desde hace unos siete años y medio.

Resulta que Andy, un holandés que veranea habitualmente en Ibiza, le compró el pasado verano a Irene un champú natural para evitar la caída del cabello. Pudo haber sido en Santa Eulària o en Santa Gertrudis, que es donde vende sus productos.

Un lector del Diario compartió la imagen del anuncio en Facebook

Andy volvió a Holanda con su champú y al parecer el producto le dio un resultado que no esperaba. De lo bien que le resultó. Tan contento estaba con él que cuando se le acabó removió cielo y tierra para encontrar a Irene y su champú "Para caídas" (así es el nombre). Lo más efectivo, pensaría Andy, es poner un anuncio por palabras en Diario de Ibiza. Así lo hizo. Lo contrató durante 7 días: del miércoles 18 de enero al martes 24.

A Irene le llegó la noticia, a través de este grupo de Facebook, de que la estaban buscando, así que contactó con Andy, se puso manos a la obra y fabricó tres botes de champú y se los envió a Holanda, ajena de que esto no hacía más que empezar.

Este es el inicio de ese "estoy desbordada" que comenta Irene. A raíz de que este anuncio por palabras se hiciese viral la artesana tiene colapsado el mail. En unas 24 horas unas 100 personas se han suscrito a su web y su canal de YouTube no para de recibir visitas, ya que ahí tiene colgado un vídeo de cómo hacer el famoso champú. Y no le da tiempo a producir artesanalmente, tal y como ella lo hace, los pedidos de champú "Para caídas" que le están llegando.

"No sólo me llegan pedidos -explica Irene- sino que también la gente me consulta sobre problemas capilares que yo no les puedo resolver". De hecho, en su web el champú en cuestión ya tiene el cartel de "agotado" hasta la semana que viene que empiece a hacerlos otra vez. Porque el problema que tiene es la lluvia: "No puedo salir a buscar plantas con esta lluvia. Hasta que no escampe y pueda salir no podré hacer más champú".

El colapso al que se está viendo empujada la artesana choca frontalmente con su forma de trabajar. "Generalmente hago cremas y aceites muy personalizados, a medida, con una producción mínima, ya que además doy cursos. Esto que me está pasando aún no lo he digerido".

Un champú nacido de la casualidad

Un champú nacido de la casualidadY es que desde el principio esta historia del champú se gestó como una casualidad. En realidad, entre los productos Laire no había ningún champú. Este verano, un amigo de Irene le pidió el favor de hacerle un champú natural. Ella aceptó e hizo 4 o 5 botes. Uno se lo dio a su amigo y los restantes los puso a la venta en su puesto artesanal bajo el nombre "Para caídas" y al precio de 15 euros. Uno lo compró el holandés Andy.

Especialista en plantas medicinales, Irene no duda en dar la "receta" de su champú: ortiga, romero y frígola. Con estos productos hace una decocción (una especie de infusión) y le integra aceite de yoyoba, un poco de jabón artesanal... y vinagre de manzana como conservante.

El champú, agotado en la web

Aunque nunca lo vaya a producir en masa, el producto es ya la estrella de su marca y seguramente tendrá un rincón muy destacado en su puesto, que empezará a montar desde el domingo 12 de febrero (y cada domingo) en s´Alameda de Santa Eulària.