Sant Antoni y Sant Josep llevan diez años totalmente atascados con la renovación de sus respectivos planeamientos urbanísticos. En ambos casos, los trámites se iniciaron en 2006, pero a día de hoy están aún lejos de culminar y, de hecho, es probable que todo lo realizado -y lo invertido- no sirva para nada y tenga que volver a reiniciarse todo el trabajo. En el caso de Sant Antoni, su equipo de gobierno ya admite abiertamente que deberá empezar de cero, mientras que Sant Josep sigue destinando partidas económicas en sus presupuestos de 2017 para continuar con estos trámites. En todo caso, el gran número de normativas cambiadas o aparecidas -sin ir más lejos las moratorias del Govern y del Consell- obligarán a nuevas reformas del texto. La exalcaldesa de Sant Antoni, Pepita Gutiérrez, abandonó el puesto sin haber reunido los informes necesarios, pero el nuevo equipo lleva ya un año y medio en el puesto y tampoco ha sido capaz de hacerlo. Ante esta situación, la Comisión Balear de Medio Ambiente ha tenido que enviar un requerimiento al alcalde.