­Descolocados se quedaron los diputados que forman parte de la comisión de investigación al escuchar de boca de los constructores de las autovías de Sant Antoni y el aeropuerto que dichos proyectos han sido «un mal negocio». «Tenemos un endeudamiento muy grande, creo que de 70 millones de euros. Hoy gracias a Dios se está pagando bien, pero hemos pasado momentos difíciles. A nivel de inversión no es un buen negocio, como no lo es ninguna autopista en Ibiza».

En estos términos se manifestó ayer Enrique Ortiz, el empresario valenciano que se asoció con FCC para obtener la concesión de la autovía de Sant Antoni, quien también dijo que creía que las obras aún no han dado ningún beneficio, ya que «se amortizan en muchos años». Con un coste de 100 millones (con el peaje en sombra al final de los 25 años de concesión las obras habrán costado más de 400 millones), Ortiz dijo que apenas queda margen de beneficio. «Al final se lo llevan los bancos. Los contratistas cobramos la obra y damos las gracias», dijo el empresario valenciano.

La deuda de MAB. El constructor Matías Arrom Bibiloni, socio de Ortiz Construcciones y Proyectos S. A. (no tiene nada que ver con Enrique Ortiz), también se lamentó de sus ´desgracias´ económicas a cuenta de las obras de la autovía del aeropuerto, con un coste de 200 millones de euros. «Gracias a Dios nos tocó el concurso [la adjudicación] pero a mí me fue mal. Hace 10 años que debería estar retirado y aún estoy cotizando para quitarnos la puta deuda que llevo en el corazón», subrayó.

La financiación de las obras. Matías Arrom añadió que financió la obra con el banco BBV (su constructora, MAB, aportaba el 50% del proyecto) y que los conflictos sociales asociados a las autovías y «la quema de máquinas» le forzaron a «hipotecarse». «Para afrontar todos estos gastos tuve que hipotecar mi patrimonio de cien años de trabajo, incluso mi casa», dijo. Hay que tener en cuenta que los tribunales han condenado al Govern balear a pagar más de siete millones a la concesionaria de la autovía del aeropuerto (y algo más de 22 millones a la de Sant Antoni) por los sobrecostes derivados de la oposición ciudadana a los proyectos, entre otras cuestiones.

El constructor abundó que en dos años se gastó 700.000 euros en gastos de hipoteca cuando «aún no había cobrado» de la Administración ni un euro. Desde la finalización de las obras, y durante el periodo de la concesión, las empresas cobran trimestralmente una cuantía en función del tráfico previsto en la carretera (peaje en sombra).

La propuesta de «los dos señores del BBV». También explicó que inicialmente no le interesaba optar a esta obra pública en Ibiza, pero que «dos señores del BBV» se presentaron en su despacho y le dijeron que querían que su constructora se presentara a esta licitación, que le iban a financiar el proyecto y que al final, dijo, le pagarían. «No tuve la preocupación de pedirles que me lo dejaran firmado», indicó Arrom, y agregó que una vez acabada la obra «el señor del BBV» ya no trabajaba en esta entidad bancaria y él estaba «endeudado e hipotecado».

La contradicción económica. El diputado de Més per Mallorca David Abril acusó al constructor mallorquín de «mentir» sobre la rentabilidad de las obras. En este punto, Abril explicó que la web corporativa del grupo Ortiz, su socio en este proyecto, explica que están «recuperando el dinero, que siempre han acometido los pagos financieros sin incidentes y que la concesionaria no sufre retrasos importantes en los cobros». «Tendrán su manera de pensar y hacer números al final veremos lo que pasa», respondió Arrom.

Los dos constructores niegan el pago de comisiones. Los dos constructores negaron haber pagado comisiones o regalos para la obtención de las contratas. Enrique Ortiz, implicado en diversos casos de corrupción, entre ellos la ramificación valenciana del caso Gürtel, reconoció ante la Audiencia Nacional haber financiado ilegalmente al PP. Como ya hizo en una comisión de investigación en el Parlamento valenciano, el empresario volvió a pedir «disculpas» por aquello. «Fue un tema puntual. Volveremos a pedir perdón las veces que haga falta. No se nos pasa por la cabeza volver a hacerlo», subrayó, al tiempo que desvinculó todo aquello de la adjudicación de la obra de Sant Antoni. De hecho, Ortiz dijo que no conocía a ningún miembro del Govern, ni siquiera al expresidente Jaume Matas. «Nunca lo he visto», dijo.

Al ser preguntado también sobre el posible pago de dádivas, Matías Arrom respondió de forma categórica: «Le prometo que nunca me lo pidieron». Al «negar la mayor», sobre todo en el caso de Ortiz, el diputado del PP Miquel Jerez echó en cara al resto de grupos políticos que querían sacar «oro, petróleo», pero en su lugar hallaron «carbón», lo cual, agregó, demuestra que «este espectáculo, que tiene que acabar, no tiene ningún sentido».

El tamaño del yate de Ortiz. El diputado de Podemos Aitor Morrás destacó «la empatía» del representante del PP con el empresario que ha reconocido haber financiado ilegalmente a su partido. Morrás preguntó a Ortiz por el tamaño de su yate, a lo que este respondió que es «pequeñito» en comparación con los de «los jeques» que atracan en la isla. El diputado podemista le preguntó con ironía si con «malos negocios» como el de Ibiza podía comprar una embarcación como la suya». «Sí, soy capaz», le replicó el constructor valenciano.

La tierra de la autovía, la compra de la cantera de Cas Capità y la consellera «bonita». Matías Arrom explicó que se depositó la tierra de la autovía en los terrenos de Platja d´en Bossa donde el Grupo de Empresas Matutes proyecta un campo de golf porque así lo pidió la propiedad por escrito y negó cualquier vínculo empresarial con el exministro. De hecho, resaltó que la compra de la cantera de Cas Capità fue con Joan Lladó, administrador de diversas empresas del Grupo Matutes. «No tengo ninguna relación con el señor Matutes ni sus empresas. Es con Lladó», dijo, al tiempo que afirmó no conocer al exministro. «Una vez lo vi en el avión y nos saludamos». Sí dijo que conocía a su hija [la exconsellera de Obras Públicas, Stella Matutes] por «haberla visto» en alguna reunión en Palma. «Es una chica bonita», añadió.