La principal puerta de entrada a la isla no para de abrirse. Por el aeropuerto han pasado, hasta octubre, un total de 7.109.115 viajeros, lo que supone un máximo histórico con un aumento del 14,6% respecto a lo acumulado por estas mismas fechas del año pasado. Pero tras un verano que en la isla se ha vivido con una permanente sensación de colapso, ya no basta con ir tumbando sucesivos nuevos récords, sino que hay ya quien plantea la necesidad de reflexionar hasta dónde se puede llegar con los recursos disponibles.

El presidente del Consell, Vicent Torres, admite que en verano «no se puede crecer de ninguna forma». Por ello destaca que «los aumentos de dos dígitos» se están registrando «donde interesa», fuera de la temporada alta y en mercados importantes «como el británico o el alemán».

Octubre es buen ejemplo de ello, con 652.459 pasajeros en el aeropuerto, el doble de los que se contabilizaban hace una década y un 33% más que hace doce meses, en línea con «los objetivos» que se plantea la máxima institución, por ello Torres ve este dato como «un motivo de satisfacción» por lo que significa de prolongar la actividad económica en la isla y, por ende, de mejorar el empleo.

«Se crece en meses que dábamos por perdidos», valora el presidente, que ya ha dejado atrás el discurso que proponía hace unos meses, sugiriendo limitar la llegada de turistas a la isla al menos en julio y agosto: «Actuar quirúrgicamente en infraestructuras como la de AENA nos resulta muy difícil. Al final abre todo el año. Ya nos gustaría que los aumentos fueran solo en temporada baja, incluso suavizar los meses de julio y agosto, con puntas para las que no estamos dimensionados...», reflexiona.

«Situación excepcional»

El presidente de la Federación Hotelera, Juanjo Riera, atribuye el incremento de viajeros del último mes a las vacaciones escolares de otoño en Alemania y Reino Unido, lo que ha permitido retrasar el cierre de algunos hoteles, y también al esfuerzo de los mayoristas por rentabilizar los contratos programa que mantienen con varios establecimientos de la isla.

Por otra parte, Riera destaca el peso que han tenido en el conjunto de la temporada los turistas «prestados» por destinos turísticos en el norte de África, que han quedado «fuera de juego» por conflictos internos, así que parte del récord de visitantes se debe a esas «circunstancias excepcionales».

«Somos un destino refugio, esto es impepinable. Y el año que viene seguirá igual», pronosticó Riera. El presidente del Consell admite que la coyuntura «favorece», aunque considera que esta es una oportunidad para fidelizar a estos visitantes que, de otra forma, «no habrían venido».

El hotelero también se pregunta qué se puede hacer para limitar la llegada de personas y vehículos existiendo la libre circulación en la UE, con una flota de rent a car de 22.000 unidades este pasado verano «que no paga en la isla ni el impuesto de circulación». «Una gran parte de la saturación la generan los coches, se tendrá que mejorar el transporte público», propone, con más frecuencias para hacerlo «eficiente y atractivo». Por otra parte, considera «imprescindible» mejorar las infraestructuras de las islas, empezando por desdoblar la carretera de Santa Eulària, completar el anillo de las desaladoras y la depuradora de Vila.

Para el presidente de la patronal, el verdadero descontrol está en los pisos turísticos, cuya regularización quieren evitar a toda costa los hoteleros. En el caso de Ibiza, considera que «la saturación ha venido por el aumento de la oferta ilegal de pisos y apartamentos en edificios plurifamiliares», donde, además, este tipo de oferta hace empeorar «la convivencia». Riera señala que este fenómeno está «masificando la isla y colapsando las infraestructuras», y pronostica que ello derivará en una «turismofobia» cada vez mayor. Eso sin olvidar que la expectativa de mejorar sus ingresos con los turistas está haciendo que muchos propietarios «dejen de alquilar todo el año», con lo que se hace «imposible» acceder a una vivienda.

Vicent Torres replica a este diagnóstico que la intención del PSOE es abordar esta regulación «totalmente restrictiva», tanto en edificios plurifamiliares como en suelo urbano, que no habría surgido, añade, sin la aparición de nuevos agentes como Airbnb. «Aunque no nos guste, es habitual en muchos países y no tendríamos esta misma capacidad de vuelos disponibles si no fuera por esta puerta», señaló.

Isla al límite

Los ecologistas del Grup d´Estudis de la Naturalesa (GEN) no le ven ninguna ventaja al récord: «Es una burrada», según su presidente, Joan Carles Palerm, que cree que «no es una buena política» seguir apostando por la cantidad frente a la calidad de los visitantes que recibe la isla, con una mejor distribución a lo largo del año. Palerm recuerda que no sólo aumentan las llegadas en temporada baja, también en los meses centrales de verano, «incluso con mayores porcentajes y la isla no está preparada para soportar esta presión».

La sensación de saturación no es solo subjetiva, insiste el ecologista, sino que acarrea «una insuficiente depuración de las aguas, la sobreexplotación de los acuíferos y la producción de un volumen descontrolado», unas problemáticas asociadas que «no se tienen en cuenta cuando se comentan con tanta alegría las cifras» de afluencia de visitantes. La disponibilidad de agua limita la capacidad de carga de la isla y ésta está «sobrepasada».

«No podemos seguir en esta línea», considera Palerm, que lamenta que el Consell haya cambiado su discurso: «No parece que sean conscientes del problema». También cree que hay que aprovechar la bonanza actual para tomar esas medidas, y no cuando se produzca una recesión.