El pasado 30 de septiembre el Consell de Govern autorizó a la Agencia Balear del Agua (Abaqua) iniciar el expediente de contratación de las obras de conexión de la desaladora de Santa Eulària a la red en alta (el sistema de interconexión con las plantas de Sant Antoni y Vila para suministrar agua desalada a toda la isla). Entonces, el Govern informó a través de una nota de prensa que «se espera que para la temporada alta del año que viene la instalación ya forme parte del anillo de interconexión de Ibiza».

Sin embargo, el Butlletí Oficial de les Illes Balears (BOIB) publicó el jueves la adjudicación de la redacción del proyecto y la ejecución de las obras a la empresa pública Tragsa con un plazo de ejecución de 13 meses (uno para elaborar el proyecto y 12 para las obras) «a partir de la notificación del acuerdo».

El encargo está firmado por el gerente de Abaqua, Antoni Garcías, el pasado 14 de octubre. Así, aunque el Govern anunció que de cara al próximo verano la desaladora de Santa Eulària ya estará conectada a la red en alta, Tragsa tiene de plazo, según el expediente de contratación, hasta mediados de noviembre de 2017 para hacerlo. Este diario trató ayer infructuosamente de recoger una explicación de la conselleria de Medio Ambiente sobre los plazos del proyecto.