La Guardia Civil arrestó el martes a dos agentes que trabajaban en el aeropuerto de Ibiza por aceptar 8.000 euros de un pasajero. Pasarán hoy a disposición judicial acusados de un delito de cohecho, según confirmó un portavoz del instituto armado.

Este diario ha podido saber que los dos agentes registraron a un pasajero que se disponía a embarcar en un vuelo con destino al extranjero. Detectaron que llevaba encima una gran cantidad de dinero, más del que se puede sacar de España. La cantidad máxima en la Unión Europea en efectivo está fijada en 10.000 euros, a partir de esa cifra hay que declararlo y pagar un impuesto.

Al parecer, los guardias civiles «hicieron la vista gorda» y dejaron embarcar al pasajero, a cambio de que les entregase 8.000 euros, según la escasa información que ha trascendido, siempre por fuentes no oficiales.

«Cobraron un dinero que no deberían haber cobrado», apuntaron ayer las mencionadas fuentes. Desde la Oficina Periférica de Comunicación de la Guardia Civil en Balears hicieron hincapié en que se trata de un hecho aislado. Hasta ahora no se había detectado ningún caso de profesionales que acepten un soborno.

Las fuentes extraoficiales consultadas añadieron que los ahora arrestados recibieron el dinero «a cambio de hacer favores en detrimento de sus responsabilidades en el aeropuerto».

De tres a seis años de cárcel

En el artículo 419 del Código Penal se explica que cometerá cohecho el funcionario público que, «en provecho propio o de un tercero recibiera o solicitare dádiva, favor o retribución de cualquier clase para realizar en el ejercicio de su cargo un acto contrario a los deberes inherentes al mismo». En este mismo artículo se prevén penas de prisión de entre tres y seis años, además de la inhabilitación para empleo o cargo público por tiempo de siete a doce años. Habrá que esperar a la decisión del juez de guardia, que se encargará de decretar hoy si los dos guardias civiles van a prisión o quedan en libertad.