El vuelo de un águila pescadora de Formentera a Lisboa

El águila pescadora MX-O nació en Cabrera en abril de 2021, pocas semanas después fue anillada y se le colocó un geolocalizador

Águila pescadora MX-O en s'Estany Pudent

Águila pescadora MX-O en s'Estany Pudent / Gerardo Ferrero

Carmelo Convalia

Carmelo Convalia

La conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente del Govern balear desarrolla desde hace años un programa de seguimiento de las águilas pescadoras (Pandion haliaetus) que viven, crían o pasan por Balears. De las más de 20 parejas localizadas en las islas hay dos establecidas en Ibiza y algunos ejemplares jóvenes y solitarios que frecuentan Formentera. Ha sido en esta isla, en el entorno de s’Estany Pudent, donde el fotógrafo de naturaleza y colaborador de Diario de Ibiza, Gerardo Ferrero, ha podido capturar en imágenes a este espléndido ejemplar.

En los últimos cuatro años una de estas águilas anilladas, con la identificación MX-O, con geolocalizador, recala cada primavera en s’Estany Pudent.

Águila pescadora MX-O en s'Estany Pudent con el geolocalizador

Águila pescadora MX-O en s'Estany Pudent con el geolocalizador / Gerardo Ferrero

El programa de conservación es en colaboración con el GOB-Mallorca y responde a la necesidad de realizar acciones para lograr la conservación de esta especie, calificada como vulnerable, en el catálogo nacional de especies amenazadas.

Uno de los responsables del GOB-Mallorca, Antoni Muñoz, explica que todas estas actuaciones están enmarcadas dentro del plan de conservación de las águilas pescadoras en Balears que finalmente «intenta incrementar su población». En todo el territorio insular hay unas 20 parejas, aunque la cifra oscila de año en año. Muñoz pone como ejemplo que en 2023 «las dos parejas de Ibiza no consiguieron criar, pero lo importante es que tienen territorio y están allí».

En cambio, dice que en Formentera está también MT-O, otro águila anillada pero sin localizador que no es reproductora, al igual que MX-O. Este ejemplar, en la imagen, es joven y lo que los ornitólogos destacan es que en los primeros años de vida estas pescadoras se mueven y recorren mucho territorio, con una gran capacidad de vuelo. Por término medio vuelan a unos 300 metros de altitud, aunque también hay registros en los mil metros y su velocidad media es de entre 50 y 60 kilómetros por hora, aunque depende del viento que van buscando.

«Normalmente, el primer y segundo año de vida estos ejemplares abandonan Balears y se van fuera, muchas de ellas al sur de la Península y algunas al norte de África», detalla Muñoz.

El ejemplar MX-O «se fue a pasar el primer invierno al estuario de la Reserva Nacional del Sado, al sur de Lisboa (Portugal), al llegar la primavera [2022] regresó a Balears pero al llegar a las Pitiusas solo estuvo una semana, sdio vuelta atrás y regresó al estuario del Sado». En junio de 2023 retorna a la isla de Cabrera, donde nació, y recorrió el Llevant de Mallorca, pasó por Ibiza y finalmente se instaló en Formentera, donde se encontró ese año con MT-O (ejemplar apodado como Mateo).

Mapa de movimiento del águila pescadora MX-O a principios de abril

Mapa de movimiento del águila pescadora MX-O a principios de abril / GOB-Mallorca

La rutina de viaje de MX-O no se interrumpió, ya que en septiembre del pasado año volvió al suroeste de la Península y se quedó en el delta del Sado donde pasó el invierno.

El 9 de marzo de este año salió de Portugal para volar durante casi dos días y ser localizada el día 10 de marzo en Ibiza. Después decidió desplazarse a Mallorca, pasó por Cabrera unos días y finalmente el pasado 3 de abril estaba de nuevo en Formentera, donde se la pudo ver comiendo con ganas.

El especialista del GOB dice que ahora se abre una incógnita sobre lo que este animal decidirá: «Veremos este otoño si decide pasar el invierno en Balears o sigue con su rutina de pasar el invierno fuera».

Antoni Muñoz explica que el marcaje de esta especie ofrece mucha información para conocer el comportamiento y hábitos de estas aves.

Este seguimiento permitió romper un mito, ya que hasta que no comenzaron a marcar con emisores de seguimiento a estos animales, a partir de 2008 «se consideraba que las águilas pescadoras de Balears eran sedentarias y que los ejemplares que criaban también, pero desde que empezamos a seguirlas todo esto se fue al traste». Fue entonces cuando los ornitólogos se dieron cuenta de que «hay una parte de la población reproductora que está todo el año en Balears y cuando acaban de criar cogen y se van y luego. a la primavera siguiente, regresan para criar».

«Para conservar la población de águilas pescadoras en Balears no basta tomar medidas en el archipiélago porque hay ejemplares que crían aquí y mueren en otros sitios y tenemos ejemplares que se han electrocutado en Cádiz o en Marruecos. La electrocución es la principal causa de muerte no natural de este ave», asegura Antoni Muñoz. 

Suscríbete para seguir leyendo