Formentera no sufrirá este verano restricciones de agua a pesar de estar en alerta por sequía

La planta desaladora de es Ca Marí y los depósitos de agua garantizan el suministro

Junta Insular del Agua de Formentera celebrada en la sala de actos del Consell

Junta Insular del Agua de Formentera celebrada en la sala de actos del Consell / CIF

Carmelo Convalia

Carmelo Convalia

El director general de Recursos Hídricos del Govern balear, Joan Calafat, aseguró ayer en Formentera que a pesar de que la situación de los acuíferos «es delicada» y que actualmente es la única isla de Balears que está en alerta por sequía, no habrá restricciones de agua este verano. El motivo es el reciente aumento de la capacidad de producción de la planta desaladora de es Ca Marí y el mantenimiento de los depósitos que garantizan el caudal de suministro. Todo ello teniendo en cuenta, dijo, que el 30 % de la producción de la planta desaladora se reparte mediante camiones cuba donde no llega la red de suministro.

Calafat asistió a la Junta Insular del Agua de Formentera junto al presidente del Consell, Llorenç Córdoba, y la consellera de Gestión Ambiental, Verónica Castelló, y representantes de organismos y entidades relacionadas con la gestión del ciclo del agua.

Plan contra la sequía

El director general explicó que la reunión sirvió para analizar la situación en la que se encuentran los acuíferos y cómo se aplicará el Plan contra la Sequía: «Formentera tiene unas características diferentes a otras islas y, por tanto, necesita que hagamos un tratamiento especial de los datos». Joan Calafat detalló que la planta desaladora cuenta con una capacidad de producción «muy superior a la demanda». A lo que se suma la capacidad de almacenamiento en los depósitos reguladores, «garantizada para cinco o seis días, por lo que no estamos hablando de ningún tipo de restricción de momento», aseguró.

La desaladora de Formentera puede suministrar alrededor de 5.000 metro cúbicos diarios, «por lo que todavía hay un amplio margen de producción».

Aguas subterráneas

En cambio, el director general apuntó que la falta de lluvias sí que puede afectar a que haya que tomar algunas medidas en cuanto a la captación de aguas subterráneas, en relación con los pozos.

Justamente esas extracciones resultan especialmente dañinas para el funcionamiento de la planta depuradora de aguas residuales cuando el caudal llega a la instalación, ya que contiene una alta concentración de sal que provoca que el proceso de depuración se complique y el resultado no sea el óptimo, para después poder reutilizar esas aguas a través de la balsa para el riego.

Calafat explicó: «Hemos estado hablando de llevar a cabo una campaña de control y de sensibilización y por ahí irán las acciones que tenemos pensado». Insistió en que el acuífero de Formentera es muy sensible a la intrusión salina: «Tendremos que hacer un control más exhaustivo de las extracciones ya que servimos agua buena, pero cuando vuelve a la depuradora tiene un nivel de salinidad que inhabilita su reutilización, y este es el gran objetivo a lograr, cerrar el ciclo del agua y por eso tenemos que controlar los vertidos».

Unos vertidos salinos que vienen derivados de la salmuera procedente de las desalinizadoras particulares por ósmosis, de piscinas de hidrólisis y de calcificadores. Y sobre todo de «la gente que utiliza aguas del subsuelo». Calafat insistió en que el reto «es corregir esto y concienciar a la gente».

Con ese objetivo, avanzó que su departamento va a llevar a cabo un proyecto de monitorización a lo largo de la red de alcantarillado con el objetivo de detectar en qué puntos va aumentando la salinidad y, de esta forma, ver quién y dónde están haciendo esos vertidos que hacen que el agua no se pueda reutilizar.

Joan Calafat subrayó por último que en las islas, «estamos en una situación delicada, pero pensamos que tenemos las infraestructuras suficientes para garantizar el suministro».

Buenas prácticas de consumo eficiente en los hoteles de la isla

La Alianza por el Agua y el Consell de Formentera aprovecharon la celebración de la Junta Insular del Agua para organizar una jornada sobre la gestión sostenible en zonas turísticas, dentro del proyecto Europeo, ‘Life wat’Savareuse’. Este programa persigue sensibilizar al sector turístico y promover buenas prácticas de ahorro y reutilización del agua. Marina Mohedo, coordinadora de la Alianza por el Agua, explicó que el objetivo de la jornada «es promover el consumo eficiente del agua en el sector turístico». Se trata de que los hoteleros que trabajan en la isla conozcan «el camino en Balears y en concreto en Formentera».

La coordinadora de la jornada presentó una serie de ejemplos de buenas prácticas «para que todos [los hoteleros] conozcan qué significa la eficiencia del ciclo del agua y, sobre todo, incentivarles para que en sus establecimientos hagan un uso circular» de este recurso.

Expuso que se puede controlar la red de abastecimiento de los establecimientos para saber lo que consumen y marcar objetivos de disminución de consumo». También asistieron Emeterio Moles, gerente de Abaqua, Ignacio Pastor, responsable de clientes de Aqualia, y la jefa de servicio de esta empresa en Formentera, María del Mar Yern.