El ‘castellum’ romano de Formentera nunca acabó de construirse

La fortificación de Can Blai se proyectó entre el 306 y el 312 d.C., durante la guerra civil que enfrentó al emperador Constantino y Majencio

Reconstrucción virtual del ‘castellum’ romano de Can Blai.

Reconstrucción virtual del ‘castellum’ romano de Can Blai. / Thomas Terrasse

Una de las principales conclusiones del estudio final de la excavación del 'castellum' romano de Can Blai, situado en el kilómetro 10 de la carretera principal de Formentera, es que fue una fortificación que se construyó en el contexto de una guerra civil entre el emperador Constantino y Majencio, a principios del siglo IV después de Cristo, y que quedó inacabada. Por eso mismo se duda de que, en ese periodo de seis años entre el 306 y el 312, lo que duró ese conflicto en las fronteras del imperio romano, Can Blai llegara a estar ocupada por alguna guarnición. Todo indica que fue un intento fallido de crear una fortificación de control fronterizo en ese momento de enfrentamiento interno en el imperio romano en el Mediterráneo occidental. Por lo que los científicos la consideran una construcción efímera.

Imagen aérea de la planta del yacimiento del siglo IV d.C. | RICARD GONZÁLEZ

Recreación virtual del 'castellum' de Can Blai. / Thomas Terrasse

La excavación de este yacimiento comenzó en 1978 de la mano del Museo Arqueológico de Ibiza y Formentera (MAEF), con Jordi Fernández al frente. En años más recientes la concluyó y completó Ricardo González Villaescusa, catedrático de Arqueología de la Universidad París-Nanterre y director del laboratorio ArScAn (Arqueología y Ciencias de la Antigüedad de la Universidad París1, Pantheón Sorbonne).

El ‘castellum’ romano de Formentera nunca acabó 		de construirse

El ‘castellum’ romano de Formentera nunca acabó de construirse / Carmelo Convalia. formentera

«Nos parece fundamental que un yacimiento de este tipo, del que tenemos referencias en Jordania, Siria, Israel y también en las fronteras calientes de Alemania y Suiza, apareciera en un lugar como Formentera. El interés es introducirlo en la lógica de lo que debía de ser el conflicto en esos momentos entre dos contendientes al trono, un usurpador como Majencio y el que acabó haciéndose con el imperio, Constantino», detalla Ricardo González.

Para determinar que esa fortificación no llegó a ser construida completamente, el experto apunta: «Hemos hecho unas tablas poniendo los pros y los contras y lo más probable es que no se terminara, hay demasiadas evidencias en ese sentido». Tal y como recoge en la publicación del estudio, este detalle «no es del todo importante, lo importante es que había esa voluntad de construirlo». El catedrático explica que quizá no se terminara la construcción «porque el conflicto solo duró seis años y es probable que incluso cuando empezaron a construirlo ya había pasado el interés por hacerlo».

¿Guarnición permanente?

Respecto a la presencia de una guarnición permanente de soldados romanos en este enclave, Ricardo González indica que probablemente no existió, «salvo los que empezaron a construir la fortificación».

Otra de las conclusiones destacadas «es el uso de una medida de construcción que es el famoso pie drusiano». Precisa que «entre la técnica y la metodología de construcción que se utilizó es significativo que detrás de los constructores está el ejército».

Otro detalle a tener en cuenta es que en ese momento histórico, a principios del siglo IV d.C., «todavía está vigente que cualquier intervención para construir o restaurar una muralla debe tener permiso del emperador, a través del gobernador de la provincia».

El problema es saber de quién era la autorización, de Constantino o de Majencio: «Lo que está claro es que está en la zona limítrofe de las áreas de influencia de ambos contendientes».

Ricardo González apunta: «La teoría de que fuera Majencio da para una buena novela histórica y dentro de esa perspectiva pudiera ser Majencio quien lo autorizara». Además, se ratifica con las monedas que guarda el MAEF de esa época, «que corresponden en un 87% a Majencio, aunque fueron encontradas en Ibiza. «Es la prueba externa de que había soldados de Majencio en Ibiza y Formentera».

Uno de los argumentos que sostiene el estudio para concluir la escasa presencia de actividad en esta fortificación son los restos cerámicos hallados, que en ningún caso corresponderían con un número elevado de personas, especialmente teniendo en cuenta el poco espacio de tiempo de este asentamiento». Asimismo, se han estudiado las 17 sepulturas cercanas que corresponderían a habitantes de la isla que vivían cerca de este enclave, pero no a sus constructores por el poco tiempo que estuvieron.

Piedra de es Carnatge

El tipo de piedra utilizado también ha sido estudiado y corresponde a una cantera cercana, de la zona de es Carnatge. Otro detalle significativo es que se han hallado restos cerámicos de la época musulmana (siglos XII y XIII). Esto ha permitido observar cómo los musulmanes asentados en Formentera utilizaron buena parte de las piedras del castellum para otras obras de la época.

El resultado de tantos años de trabajo e investigación lleva por título ‘Can Blai. Una fortificación tardoantigua de Ebusus (Formentera, Baleares)’, firmado por Jordi Fernández y Ricardo González. Será publicado en el mes de diciembre por el MAEF dentro de la colección ‘Monográficos arqueológicos de Ibiza y Formentera’.

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