El incendio declarado la tarde del pasado jueves en un depósito de restos de poda y residuos orgánicos del vertedero de es Cap de Barbariasigue activo. Según informó ayer el Consell de Formentera, el plan es dejar que se queme todo el material hasta que se consuma, tal y como se planteó desde el primer momento. Mientras, «se vigila constantemente» la zona para evitar que el fuego se expanda.
Entre las medidas que se han adoptado está el cese del transporte de residuos voluminosos a es Cap, por lo que se ha habilitado un espacio en la 'deixelleria', en la zona industrial, para hacer acopio de este tipo de residuos, «ya que no los pueden tratar en la planta de transferencia porque se quemó todo el exterior y aún está quemando la poda» acumulada, indicaron desde el Consell.
En cuanto a los camiones que transportan residuos de construcción, están operando con normalidad, así como la recogida del resto de residuos, tanto el papel como el plástico y el vidrio. Cada día, los camiones con los contenedores de la empresa Giref siguen trasladando los residuos a la planta de transferencia de Ca na Putxa, en Ibiza.
Los vecinos de las casas más cercanas a esta instalación siguen soportando el mal olor que se desprende de la combustión y el humo, sobre todo en las zonas más próximas al vertedero y según la dirección del viento.
Al entrar en el vertedero, se aprecia que los distintos tipos de residuos están separados, aunque lo primero que llama la atención es el elevado montículo que se ha generado con los restos de obra y de construcción.
No muy lejos, decenas de pateras se acumulan cerca del centro de descontaminación de vehículos, que se encuentra lleno de chatarra.