La Asociación Hotelera de Formentera ha advertido en su última asamblea de lo que considera actualmente como «el principal problema» de la isla, relacionado como en Ibiza con la dificultad para contratar personal para la temporada estival por la falta de vivienda residencial en alquiler.

La patronal considera que la normativa para la legalización y puesta en el mercado de viviendas residenciales para su uso turístico «ha provocado un daño inmenso ya no solamente a trabajadores y empresarios de la hostelería sino también al resto de sectores económicos, incluso a los propios residentes en Formentera».

Ante esta realidad, los asociados propusieron «abrir un nuevo debate sobre la necesidad o conveniencia de esta oferta turística por la problemática que está causando».

Balance de la temporada

Por lo que ser refiere a la temporada turística, la asamblea concluyó que ha sido similar a la de 2019, pero «muy irregular». La tendencia actual y cada vez más acentuada es que baja el número de pernoctaciones, apuntan. Sólo se ha llegado a la plena ocupación los fines de semana, lo que implica que, durante dos, tres o cuatro días a la semana «la isla está completamente llena y el resto de la semana queda muy vacía, lo que afecta no sólo a los establecimientos hoteleros sino también a toda la oferta complementaria».

Además, denuncian «la presencia de más alquiler turístico ilegal que antes que provoca una sobresaturación en carreteras y playas». Añaden que además de no pagar impuestos, «nadie controla la calidad de este alquiler turístico ilegal, lo que repercute en una mala imagen de la isla en todos los sentidos» y pone en evidencia la falta de servicios de inspección. En cuanto a las infraestructuras y limpieza en general, hubo unanimidad en que este año Formentera «ha estado especialmente sucia y descuidada». Desde las montañas de posidonia que en julio todavía no se habían retirado de parte del litoral, hasta el retraso en la puesta en marcha de los servicios de playa.