El rescate del buque mercante ‘River Thames’, con bandera de Vanuatu, que encalló en la madrugada del martes (a las 4 horas) en la playa des Valencians, en Migjorn (Formentera), dependerá de la celeridad con que el armador presente ante Capitanía Marítima de Ibiza y Formentera el plan para reflotarlo.
Todos los indicios apuntan a que «un fallo de vigilancia, con mayúsculas [en el puente de mando] ha hecho que un mercante con destino a Alejandría terminara en Formentera», según apuntó, como primera hipótesis, el capitán marítimo, Luis Gascón.
Todas las gestiones se están llevando a cabo a través de la aseguradora del buque, Medpandi, que incluso movilizó a primera hora de la tarde de ayer al remolcador con base en Eiviss ‘R. Sofía’ para intervenir. Sin embargo este buque tuvo que regresar al puerto de Vila ya que Capitanía no autorizó su intervención hasta que no hubiera un plan de rescate por parte del armador.
El capitán marítimo, Luis Gascón, manifestó: «El barco permanecerá allí el tiempo necesario para que la operación [de rescate] sea segura». Añadió que se ha pedido al armador «un plan para reflotarlo pero debe ser realizado por empresas especializadas y no de cualquier forma, como querían, y se les ha dado un plazo para presentarlo para que no piensen que esta situación no caduca».
Mientras, el remolcador de altura de Salvamento Marítimo ‘Marta Mata’ (con base en Palma) llegó a primera hora de la tarde de ayer a Migjorn quedando al pairo a más de una milla, vigilante, a la espera de que sea aprobada la operación de rescate. Desde este organismo se aseguró que este remolcador está en la zona para «supervisar», pero no para intervenir, ya que corresponde al armador hacerlo.
En la tarde de ayer la tripulación, de nueve hombres, recibió una segunda visita de Aduanas que inspeccionó el mercante durante más de una hora.
Sin derrames
En la mañana de ayer inspectores de Capitanía Marítima, junto con la Guardia Civil ya abordaron el buque mientras que dos buceadores del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) se sumergieron para comprobar los bajos del barco. Incluso elevaron un dron y un helicóptero de la Guardia Civil sobrevoló la zona para comprobar si el buque había derramado combustible, sin detectar ninguna mancha, extremo que fue confirmado por Capitanía Marítima.
El ‘River Thames’ viajaba desde Gibraltar, desde donde salió el pasado sábado, hasta el puerto egipcio de Alejandría. En sus bodegas transporta pulpa de madera y de arcilla.
Lo que nadie entiende es el rumbo que trazó para viajar hasta su destino, ya que al salir del canal de tráfico de mercantes del Mediterráneo, a la altura de Cartagena, en vez de virar siguió un derrotero directo que le llevó a Formentera.
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En un principio, a las 4 de la madrugada de ayer, el capitán del buque no informó de ninguna incidencia. Pero tras recibir una alerta por parte de un particular, Salvamento contactó con la tripulación, que afirmó que estaban fondeados. Al llegar al lugar, Salvamento pudo comprobar que el buque se encuentra varado en un fondo de arena de unos seis metros y a unos 200 metros de la orilla y todo indica que allí seguirá por los menos durante dos días.