Lo que tendría que haber sido una primera toma de contacto del nuevo conseller balear de Transición Energética, Juan Pedro Yllanes, y su equipo con el Consell de Formentera se convirtió ayer en una gran decepción para los vecinos de la zona de es Ca Marí, que ayer se enteraron de que los grupos electrógenos de la subestación de Endesa cuyas molestias soportan de mayo a octubre desde hace 15 años, no tienen licencia de actividad.

La abogada de la asociación de vecinos de es Ca Marí, Maite Ferrer, explicó tras la reunión con Yllanes: «La instalación de los generadores, según nos han confirmado desde el Consell y desde el Govern, se estaba realizando con una autorización sectorial del Ministerio de Fomento; lo que es estrictamente licencia de actividad del Consell no tiene porque la asocian con esa autorización sectorial que venía desde Madrid y sobre la que el Consell no tiene ningún tipo de control».

Es decir, que en la práctica Endesa montó los generadores con la autorización sectorial del Estado pero el Consell no tiene ningún tipo de control sobre una actividad que genera no pocas molestias en el entorno que los vecinos de la zona han denunciado insistentemente, año tras año, sin obtener ninguna solución.

El Govern no tiene constancia

El Govern no tiene constanciaEl director general de Energía, Ferran Rosa, manifestó que su departamento «no tiene constancia de que exista esta licencia», que debe dar el Consell ya que este trámite no es de su competencia. Avanzó que la solución pasa por la unificación de todas las licencias, ya que cada organismo debe dar su correspondiente autorización sectorial.

Una de las novedades relacoinadas con este problema es que el Consell y el Govern «van a solicitar a Endesa que tramite una autorización ambiental integrada ante la Comisión Balear de Medio Ambiente en la que además de la turbina, se integren los generadores» de la central, avanzó la abogada de los vecinos.

Esa tramitación permitirá aplicar criterios más estrictos tanto por parte del Consell, en lo que afecta al control en materia de contaminación acústica, como del Govern balear en lo que respecta a emisiones de gases, vibraciones y otros efectos que generan los equipos de subtestación. Sin olvidar que ambas administraciones podrían abrir expedientes ante un eventual incumplimiento de los parámetros que fija la normativa.

Maite Ferrer explicó que los vecinos cuestionan el hecho de que parte de la instalación funcione sin estar amparada por una licencia de actividad «concedida desde la isla, lo que les genera cierta inseguridad ya que está funcionando con una orden ministerial que lo suple».

Por otra parte, la asociación de vecinos sigue presionando para que Endesa cumpla con los parámetros de emisiones de ruido y gases, Según la letrada, «no se puede ser tan tajante porque Endesa lo que dice es que cumplen hasta donde pueden y si se intenta cortar la actividad, supondría cortar el suministro a toda la isla».

Los portavoces de la asociación de vecinos de es Ca Marí no salieron nada contentos de la reunión. Tanto es así que prefirieron no realizar declaraciones y remitir al periodista a su asesora legal.