La asociación Acción Francisco ha remitido una carta al conseller balear de Medio Ambiente, Vicenç Vidal, y a la empresa Tragsa, en la que ofrece sus servicios para alejar los gatos de los acantilados de la Mola ya que son una de las amenazas a las que se enfrenta la población de Puffinus puffinusPuffinus puffinus, pardela balear o virot, que anida en este enclave protegido.

Esta ONG recuerda que lleva más de 20 años trabajando en Formentera para controlar la población de gatos abandonados y que, a raíz de la reunión celebrada el pasado 15 de marzo, quiere aportar su experiencia y trabajo para la solución de la amenaza que representa el gato para el virot.

En la misiva se compromete, tal y como ha hecho saber al Consell de Formentera, a «mover, desplazar y buscar familias de acogida y adopción para todas aquellas colonias felinas que en estos momentos se encuentran cerca de las zonas de anidación de las aves que debemos proteger». Este colectivo avanza que los resultados de las conversaciones que están manteniendo con el Consell se harán públicas con la firma, en breve, de un convenio de colaboración.

Pero más allá de las buenas intenciones, Acción Francisco-Formentera asegura que en el caso de la Mola ya disponen «de casa de acogida y hogar para los tres gatos que viven en los alrededores del faro». Al mismo tiempo, anuncia que los colaboradores que tiene han detectado «una camada de gatos abandonados en un bosque a menos de un kilómetro del faro de la Mola». Aseguran que ya está trabajando en su localización «para castrarlos e integrarlos en otra colonia más alejada».

Sin embargo, la carta remitida al conseller de Medio Ambiente del Govern comienza con un reproche, ya que este colectivo considera que «no se ha tenido en cuenta, ni por parte de las instituciones ni de ningún estudio, la singularidad de Formentera, donde hace 20 años una asociación alemana está castrando y tutelando colonias de gatos».

Gatos abandonados

Para esta asociación ese trabajo continuado en el tiempo «provoca que no haya gatos asilvestrados». Para sostener está afirmación Acción Francisco señala: «Podemos afirmar con contundencia y con documentación que los gatos que cada año localizamos, castramos e integramos en las colonias son fruto del abandono del ser humano en un 99%», por lo que estos animales domésticos están «en situación de desamparo».

En la carta remitida a Medio Ambiente se atribuye ser el único colectivo en la isla «que sabe donde están estas poblaciones, su número, su estado y cómo han ido evolucionando en el tiempo». Aunque no facilita datos concretos, la asociación afirma que siempre se ha preocupado «del bienestar y control de los gatos de una forma ética y responsable para que su impacto en el medio ambiente sea lo más beneficiosa posible como cazadores de ratas, ratones e insectos».

La asociación agradece la invitación de Tragsa a participar en este debate, a las asociaciones animalistas de Eivissa «por su apoyo» y también al Consell de Formentera, «consciente de que hay que aplicar un método ético», para atajar este problema.