­La isla de Formentera ofrece dos áreas de baño asistido en las playas de es Pujols y es Arenals para dar servicio a personas mayores o con movilidad reducida, ya sean residentes o visitantes, a través del apoyo del Servicio de Salvamento y Socorrismo del Consell Insular. Ambos enclaves disponen de rampas de acceso a la playa preparadas para las personas con poca movilidad, un espacio de sombra en la propia playa y sillas de baño adaptadas para que el usuario pueda meterse al mar.

El servicio de socorrismo de estas playas está preparado para asistir en el baño a cualquier usuario que requiera una intervención mínima, desde la más leve, a aquella que impide la movilidad absoluta.

Los socorristas identifican al usuario adaptándose a las necesidades que tiene. «Muchas veces el usuario viene acompañado de su familia», explica Sergi Martín, el coordinador del servicio, que reconoce que según el grado de discapacidad del usuario, éste prefiere tomar un baño acompañado de sus familiares, «sobre todo en las enfermedades un poco más psíquicas».

Ayuda de los socorristas

Hay gente que únicamente necesita acceder al agua porque es autónoma en el nado: «Nosotros los ayudamos a entrar, se quedan ahí con los familiares, los supervisamos desde fuera y cuando quieren salir los sacamos», detalla Martín.

En la actualidad quieren acercar este servicio a la gente mayor, porque hay mucha gente con problemas de movilidad. Juan José Dueñas, un residente de 90 años, llevaba dos años sin acercarse al agua. Hace dos semanas probó el servicio y ya ha acudido tres veces.

Este servicio no requiere reserva, porque no está muy concurrido. A la semana se atienden entre tres y cuatro baños, siempre en condiciones de bandera verde. En muchos casos acude gente de la isla, en otros se trata de visitantes que repiten temporada, que conocen el servicio y se dirigen directamente.

«Queremos acercar este servicio tanto a turistas como a residentes, para que la gente con movilidad reducida y las personas mayores con dificultades motoras puedan disfrutar también de un baño en nuestras aguas», recalca Martín.

Las sillas son de tipo anfibio, con unos flotadores en los brazos para permitir el flote. Las rampas están adaptadas a las medidas especiales de las sillas y el puesto de socorrismo tiene un punto de sombra para los bañistas, al igual que la zona de aparcamiento que hay reservada para estos usuarios.

Formentera ofrece este servicio desde el año 2008, y desde entonces se ha producido un aumento de la demanda.