El Govern balear financiará el 70% del coste de la construcción de la futura residencia para personas dependientes de Formentera, que podría abrir sus puertas en el primer trimestre de 2019, según confirmó ayer en su visita a la isla la consellera balear de Servicios Sociales, Fina Santiago. Finalmente, el presupuesto estimado de construcción será de 1,2 millones de euros, y no de 2,5 millones tal y como se informó hace unos días. El Consell de Formentera, además de aportar el solar que se usa actualmente como aparcamiento del Centro de Día, asumirá el resto de la financiación de la construcción del edificio, que tendrá una superficie de unos 850 metros cuadrados.

En cuanto el coste de mantenimiento, dependerá de las plazas que finalmente el Consell decida destinar a personas con dependencia. Según el grado que tengan, la Ley de Atención a la Dependencia fija una aportación de entre 65 y 68 euros por día.

El presidente del Consell Insular de Formentera, Jaume Ferrer, destacó que el nuevo edificio estará conectado al Centro de Día mediante un pasillo por el que los usuarios podrán también acceder a los otros servicios que ofrece, como cocina y fisioterapia, con el consiguiente ahorro en recursos humanos y espacios. De todas formas, la residencia contará con una recepción, control de enfermería, un comedor para las cenas, y los servicios propios de un establecimiento de estas características.

18 plazas

La residencia tendrá capacidad para 18 plazas y contará con dos habitaciones dobles y 14 individuales, cada una con su baño.

El presidente del Consell indicó que, con esta instalación, se dará respuesta a las personas que están en residencias fuera de la isla, actualmente son 14, y a las tres que están esperando una plaza en estos momentos. «El proyecto está diseñado de tal forma que, cuando sea necesario ampliar la residencia pueda hacerse en función de la demanda» detalló.

Por su parte la consellera balear de Servicios Sociales, Fina Santiago, explicó que este proyecto es también fruto de la voluntad del Consell, que deberá aprobar un decreto específico que regule la gestión de esta infraestructura sociosanitaria. El motivo es que la normativa que aplica su departamento es para residencias de más de 100 plazas, «por lo que el Consell deberá hacer una normativa específica que se ajuste las necesidades de Formentera». Fina Santiago añadió que el Govern balear participará en el mantenimiento de la nueva instalación «en función de las plazas concertadas que el Consell decida».

En breve, el Govern y el Consell deberán firmar el correspondiente convenio de financiación. Está previsto, según explicó Jaume Ferrer, que para finales de este año el Consell licite el proyecto arquitectónico definitivo y de las obras para iniciar los trabajos el año que viene y abrir las puertas de la nueva residencia en 2019.

En la presentación del anteproyecto han estado presentes además la consellera insular de Asuntos Sociales, Vanessa Parellada, el jefe técnico de Infraestructuras del Consell, Xico Ribas, y Andreu Horrach, director general de Planificación de la conselleria.

El coste de mantenimiento anual de esta instalación será compartido entre ambas instituciones, ya que Formentera entrará en los criterios que aplica el Govern en cuanto a la financiación de personas en situación de dependencia.

El presidente del Consell de Formentera, Jaume Ferrer, expresó su satisfacción por la visita de la consellera Fina Santiago y afirmó que «la residencia permitirá avanzar aún más en el propósito de conseguir la dignidad de poder nacer y morir en Formentera, y con la residencia las personas que ahora se ven obligadas a salir de Formentera podrán seguir aquí».

La demanda de la residencia para personas mayores es una vieja reivindicación compartida por amplios sectores sociales y por todos los partidos políticos. En todos los programas electorales aparece la creación de este equipamiento, pensado para que las personas dependientes puedan estar alojadas en la isla sin tener que recurrir a otras instalaciones de este tipo de fuera de la isla.