Dani Nel·lo es casi un músico ibicenco. Ha visitado la isla infinidad de veces y ha tocado unas cuantas con sus sucesivos proyectos, de Los Rebeldes a Mambo Jambo pasando por Nel·lo y la Banda del Zoco. Recuerda haber compartido escenario en Ibiza con Dr Feelgood y Nina Hagen. Y ahora llega con su nuevo proyecto, Los Saxofonistas Salvajes, al frente de un sexteto de «all stars», como él les define, algo que le hace «especial ilusión» por la «vinculación personal y profesional» que tiene con la isla: «Siempre ha sido muy cálida conmigo».

¿Qué es Los Saxofonistas Salvajes?

Es un homenaje a toda una serie de saxofonistas de entre los años 40 y 60 que pusieron la piedra angular del rock'n'roll y el rhythm'n'blues. Crearon una voz subversiva y visceral que rompió con los moldes de la música que se había hecho hasta el momento. Un sonido y una actitud transversal que rompió barreras y trascendió estilos, razas y esquemas sociales.

Y ya tiene dos volúmenes...

El primer disco era el que siempre había querido hacer. Un disco de versiones de mis saxofonistas favoritos. No covers, versiones, porque no creo en el revival. Hacer algo para que suene antiguo es muy loable, pero no es mi estilo. Yo quiero que se sientan como algo nuevo, y poner mi personalidad. Y nos llevamos una gran sorpresa, nos hinchamos a tocar, prendió la mecha y decidimos hacer un segundo volumen. Cuento con un sexteto de all stars con el que me siento muy apoyado.

¿Queda claro que lo suyo es el saxo salvaje, el saxo duro?

[Risas] Pocas veces en mi carrera me he alejado de la voz que siento como mía, pero siempre he vuelto. Soy un defensor de la música instrumental, que puede tener muchas desventajas, pero tiene la gran ventaja de que la música es un lenguaje universal y se entiende en cualquier lugar del mundo.

Tras 35 años de carrera desde Los Rebeldes y todos sus proyectos, ¿qué es lo que le sigue poniendo del mundo de la música?

El primer impulso es el que vale. Cuando oyes una canción o un disco y te excita y te lo pones una y otra vez... Eso me sigue pasando y es lo que me pone y lo que busco... Llegar a ese estado en el que no piensas y solo sientes la música. Cuando ocurre sobre el escenario se produce una catarsis.

¿Qué queda en el Dani Nel·lo de hoy del chaval que empezó con Los Rebeldes a los 17 años?

Mucho. Sobre todo el placer y la ilusión de hacer y compartir la música, pero no desde una atalaya, sino como el chaval que ponía los discos que iba descubriendo en su habitación a sus amigos. Vivo de esa ilusión.

A excepción de en el jazz, el saxo en la música se ve en España más como un instrumento de acompañamiento que como solista ¿cree que tiene el lugar que se merece?

No es muy usual que el saxo sea la voz solista en el r'n'r y el r'n'b, pese a que en el jazz sea un instrumento paradigmático. Pero el rock, el r'n'b, el soul o el ska no se podrían concebir sin saxos. No es que me ponga farruco, pero sí reivindico el saxo porque es lo que me gusta.

Habla de diferentes estilos y usted ha tocado todos los palos: el rock, el blues, el soul, el jazz... ¿Hay muchas músicas o hay una música?

El jazz con mucho respeto. Yo no soy un jazzman, soy un rocker... Hay maneras de hacer música. Cada uno se va haciendo su voz para expresar sus sentimientos. Se trata de controlar el instrumento para poder expresarte a través de él y llegar a los demás. Ser un canal para la música por encima del ego, llegar a ese estado que te decía de no pensar, solo tocar.

A lo largo de su carrera ha colaborado con muchísimos músicos, de Los Lobos a Lee Rocker, Jackson Browne, Raimundo Amador, Kiko Veneno, Nick Curran, Bunbury? ¿a quién recuerda con más cariño?

En especial a Nick Curran, que era una fuerza de la naturaleza. Tenía una sensibilidad para entender la música y el rock con la que me identifico plenamente. La pena es que murió muy joven y debería estar en los anales del rock como uno de los grandes. Toqué solo unos conciertos con él y me emocionó, se me hizo cortísimo.

¿Es de esos músicos cuyas mejores anécdotas son esas que no se pueden contar?

No soy muy de anécdotas. Todos tenemos anécdotas curiosas, divertidas o bizarras, pero me quedo con la música. Subrayar el lado oscuro o vicioso del rock me aburre. Estoy en otras cosas. El lado salvaje lo dejo para el escenario.

Además de músico ha escrito e interpretado teatro, montó un espectáculo de burlesque, es presentador de televisión y radio, ensayista? ¿se puede abarcar todo?

Es todo lo mismo. Intentar transmitir lo que tienes dentro. Siempre he sido un entusiasta, un pesado de esos que da la lata a sus amigos con el disco que ha escuchado o el libro que ha leído. No me guardo nada. Siempre he querido compartir.