Optimismo es el sentimiento que se respira en el sector náutico. La vacunación contra el covid y las ganas de viajar de europeos y residentes en la península auguran una temporada, al menos, mucho mejor que la del año pasado.

Foto de archivo de veleros fondeados en ses Salines. | VICENT MARÍ

La falta de microchips provoca que se resienta la venta de barcos nuevos

Ramón Díaz, presidente de la Asociación Náutica de Ibiza y Formentera, integrada en la Pimeef, apunta que la temporada se presenta con buenas previsiones aunque según sus datos las reservas de alquiler de barcos están por debajo de otros años. Por contra, en el sector de reparación y mantenimiento «se podría decir que hay más trabajo que el año pasado».

Muchas de las embarcaciones que se adquieren en Balears se matriculan en otros lugares. | CÉSAR NAVARRO

En Balears, en el primer trimestre se han matriculado 187 barcos

Que el sector se está moviendo, lo dice el elevado número de matriculaciones de embarcaciones de recreo en España, ya que desde enero a abril han registrado un crecimiento del 81% con respecto al mismo período de 2020, cuando el mercado cayó un 37% debido al impacto de la pandemia.

Porroig es uno de los lugares que acoge numerosos barcos pequeños durante el verano. | TONI ESCOBAR

En total, se han matriculado, entre enero y abril, 1.815 embarcaciones de recreo en España frente a las 1.003 matriculadas en el mismo período de 2020 y las 1.600 de 2019. De las matriculaciones registradas en este cuatrimestre, el 75% corresponden a barcos destinados a uso privado, mientras que el 25% pertenecen a embarcaciones dirigidas al chárter. El mercado de alquiler ha crecido un 110,91% con respecto al mismo período de 2020.

Ismael Durán: «En mayo hemos alquilado más barcos que otros años»

En Balears, en el primer trimestre se han matriculado 187 embarcaciones de recreo frente a las 158 del mismo periodo el año pasado, lo que supone un incremento del 20%.

Hay que tener en cuenta que estos datos no reflejan la venta real en Balears puesto que una gran cantidad de embarcaciones que se venden en las islas se matriculan en otras provincias, donde los trámites son más rápidos.

Los empresarios del sector náutico de Ibiza están preocupados porque ya están notando las consecuencias de la paralización de la actividad industrial que ha traído consigo el covid y en concreto la fabricación de chips y microchips. El año pasado, el sector tecnológico acaparó los chips no retirados por las fábricas de automóviles y por los astilleros y se inició un desequilibrio que todavía no se ha logrado compensar.

El presidente de la asociación náutica explica que «la gran mayoría de fabricantes de motores han roto stock en muchos de modelos, algo que ya se está notando en Ibiza en lo que se refiere a la venta de barcos nuevos y piezas de recambios. En algunos casos, los plazos de entrega están previstos para 2022».

En esta línea, Paco Costa, propietario de Náutica Ereso, se muestra a la expectativa y no sabe todavía en qué grado afectará la falta de microchips a su negocio. En algunos casos, los barcos que ha comprado llegarán a su destino fuera de temporada o al año que viene. «Un problema que afecta todos los países».

Ramón Díaz: «Los servicios dedicados al mantenimiento han despertado con fuerza»

Distinto es el caso de las empresas dedicadas al alquiler de barcos ya que en principio no esperan verse afectadas por este contratiempo. Al contrario, Ismael Durán, presidente de la Asociación de Chárter de Ibiza, augura una temporada «en positivo». Ya que durante este mes de mayo de año las empresas de chárter han comenzado poco a poco a sacar barcos del puerto, algo que otros años apenas se daba en estas fechas tan tempranas. «Es cierto que todavía es pronto y estamos trabajando a cuentagotas, pero sí tenemos más reservas programadas que otros años», asegura, una opinión que no coincide con la de Ramón Díaz. Por ahora, la mayoría de los clientes proceden de Bélgica y Holanda, mientras que los fines de semana predomina el turismo español, dice Durán.

Otro dato positivo es que, según Ramón Díaz, las empresas náuticas no tienen trabajadores en situación de ERTE «ya que ha despertado con fuerza la demanda de servicios dedicados al mantenimiento». Además, continúa, «en general las empresas de náutica, se encuentra en buen estado de salud económica».