Los equipos con armonía necesitan serenidad

Domenec Biosca

Domenec Biosca

Domènec Biosca

Domènec Biosca

En este mundo tan complejo, las opiniones son del color del cristal con el que cada uno vive la gestión de sus emociones y contradicciones.

Un equipo eficiente necesita que cada miembro se relacione, practicando la serenidad, para facilitar el entendimiento suficiente, asegurándose de haber entendido la información aceptando los compromisos y los roles de cada miembro.

Para conseguirlo, deben buscarse las formas más eficientes que inviten a todos a adquirir este hábito. Tres ejemplos: “Por favor, repite”, “Quiero asegurarme que me he explicado bien”, “Concretemos nuestro compromiso”.

Le invito a chequearse detectando si practica las conductas que construyen “la serenidad”:

  • Buscar soluciones siempre evitando problemas, porque la crisis nace cuando se llega tarde
  • Mostrar empatía cercándose a las personas, fomentando la colaboración y las discrepancias amables
  • Valorar los resultados positivos incrementando el deseo de mejora continua, para ir caminando hacia la excelencia
  • Escuchar sin interrumpir, pero dando la posibilidad de aportar breves sugerencias para centrar el tema
  • Con naturalidad, fomentar la sencillez, qué crea vínculos de confianza
  • Con inteligencia, creando soluciones compartidas, construidas con humildad sin prepotencias o verdades absolutas
  • Evitar las dudas negativas sobre las soluciones, para invitar a nuevas aportaciones
  • Transmitir alegrías en lugar de quejas y pesimismo y reproches… ¡siempre positivos!
  • Siempre con discursos positivos, evitando la negatividad las expresiones taxativas, tonos impertinentes y los desprecios

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