Si os soy sincera a mi esta frase siempre me sonó a excusa porque todos somos como somos, un abanico de caracteres tan diverso como el de colores, pero la pregunta que lanzo es ¿podemos cambiar las personas? O qué hay detrás del "ya sabéis como soy". 

A mi parecer detrás de este título probablemente haya una excusa al que después le sigue un, “…pero a mi después se me pasa pronto”, “…pero tengo buen fondo” o “ya sabéis como soy, pero no me lo tomes a mal”. A todos se nos hace familiar esta frase cuando queremos disculpar o exculpar algún comportamiento en algún que otro profesional de nuestro equipo o en algún que otro directivo con el que nos toca trabajar y muchas veces vamos aún más allá cuando rematamos la frase con el "me compensa porque es muy bueno en lo que hace", No señores no… los buenos no son así y deben aprender.

Hoy por hoy ya no buscamos profesionales buenos en lo que hacen, sino profesionales buenos por cómo lo hacen, porque el fin en este caso no justifica los medios y los medios, a la hora de cuidar a los equipos, son muy importantes.

Es indiscutible que todos venimos con un carácter impreso, hay una parte importante de nuestro carácter que viene dada por la carga genética, y a esto podemos sumar que nuestro entorno, durante nuestro desarrollo se encarga de ir perfilándolo y moldeándolo, pero también debemos tener en cuenta que la capacidad de las personas va más allá de lo que nos viene de serie o de las creencias que nos han inculcado y con las que nos hemos educado. Y es que todos hemos demostrado en algún momento, y según las motivaciones que tengamos, que todos podemos cambiar aunque sólo sea un poquito.

Probablemente, eliminar por completo nuestros instintos sea algo más complejo de lo que parece pero creo que sí, y esto es una afirmación: todos podemos incorporar diferentes mecanismos para modificar cierto tipo de conductas que tenemos interiorizadas.

Siempre hago referencia en los diferentes procesos formativos que llevo a cabo una de las citas más conocidas de Darwin “Las especies que sobreviven no son las más fuertes, sino aquellas que se adaptan mejor al cambio” …la clave está en la adaptación así que, dejemos atrás el "ya sabéis como soy", por entender que todo está cambiando.

Cuando queremos pasar de jefes que mandan a convertirnos en líderes que influyan, y que así consigan resultados óptimos en el equipo, debemos demostrar nuestra capacidad de adaptarnos al otro para entender el mundo desde su realidad, mostrarnos de esta forma más cercanos, mas accesibles y también positivos.

No dejemos que sea el tiempo, y por lo tanto las experiencias negativas vividas, las que nos hagan cambiar sino que promovamos una actitud de cambio en nosotros mismos que nos permita sobrevivir, pero también vivir mejor y por lo tanto promover un entorno más plácido y un entorno afiliativo.

No es cuestión de personalidad, sino que es cuestión de saber cómo adaptarse para guiar al equipo en cada situación.

Para poder cuidar al equipo y a su entorno debe empezar por cuidarse a sí mismo dotando de armonía a nuestras palabras, fomentando la cohesión y contrayendo lazos emocionales con las personas con las que nos rodean y no se olvide que cuanto mejor sea la relación con uno mismo, mejor es la relación con los demás, así que le invito a que esas primeras palabras de armonía se las dedique a usted mismo.