Pesca

La Comisión endosa el control de los falsos productos del mar a los estados miembros

Bruselas rechaza actualizar la legislación europea: afirma que ya garantiza “un alto nivel de protección de los consumidores” y asegura que es deber de cada nación hacer cumplir esta norma

Clientes en un supermercado.

Clientes en un supermercado. / Bernabé / Javier Lalín

Jorge Garnelo

El sector pesquero lleva años plantándole cara a los falsos productos del mar. Los procesados de origen vegetal que emulan el aspecto, color y sabor de multitud de pescados y mariscos siguen proliferando en los lineales europeos, y por ello, a fin de frenar su aparente descontrol, han sido varias las organizaciones del gremio que han ido formulando sus propias recomendaciones, basadas en estudios de impacto para demostrar que el etiquetado de estas imitaciones es en muchos casos confuso para los consumidores. Uno de estos informes es el 'Plant-Based Alternative Foods and Beverages 2023', elaborado por la consultora especializada NielsenIQ para la Asociación de la Industria Alimentaria en Norteamérica y que, a falta de un trabajo de este tipo en el seno de los Veintisiete, fue presentado hace meses por la presidenta del Consejo Consultivo de Mercados (MAC) y directora general de Conxemar, Yobana Bermúdez. En síntesis, sus conclusiones revelan que el 54% de los consumidores reconocen tener dificultades para diferenciar los procesados de origen vegetal en los supermercados, mientras que el 58% admite invertir algo o mucho tiempo en entender sus referencias.

A esos resultados se remitió en diciembre Clara Aguilera, diputada en el Parlamento Europeo por el Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas, con el objetivo de preguntar a la Comisión Europea si ha analizado el problema y considera necesario legislar en esta materia; y la respuesta ha llegado al fin. La comisaria de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides, afirma que ya hay una norma que sienta las bases “para garantizar un alto nivel de protección de los consumidores en relación con la información alimentaria”, incluida aquella facilitada sobre los productos vegetales, y que “exige, entre otras cosas, la indicación en las etiquetas de los alimentos de la lista de ingredientes y la declaración nutricional”.

La alta responsable chipriota se refiere al 'Reglamento 1169/2011', y subraya que “corresponde a los estados miembros” hacerlo cumplir, en particular para garantizar que los consumidores de la Unión Europea “no estén expuestos a información alimentaria engañosa”. “La determinación de si un término concreto puede inducir a error a los consumidores tiene una dimensión lingüística y cultural, y las autoridades nacionales son las mejor situadas para llevar a cabo dicha evaluación a la luz de las disposiciones vigentes”, señala. Bruselas se lava así las manos a la hora de aplicar su legislación y obvia actualizarla, reafirmándose en que la vigente ya exige en estos momentos que la descripción de los alimentos “sea precisa, clara y fácil de entender”, sin poder inducir a error sobre los mismos y sus características, como la composición.

Impresora 3D para fabricar salmón artificial de la "startup" austríaca Legendary Vish.

Impresora 3D para fabricar salmón artificial de la "startup" austríaca Legendary Vish. / Legendary Vish

El sector se dirige a Consumo

No hace mucho, a mediados del pasado año, el MAC reclamó a los Veintisiete que encargasen un estudio independiente sobre el desarrollo de los falsos productos del mar, a nivel de mercado y potencial de crecimiento y en cuanto a su creación y los principales ingredientes que emplean. Solicitó también investigar las prácticas de etiquetado, especialmente las que pudiesen llevar a engaño, así como el impacto en la salud del reemplazo de los productos de la pesca y acuicultura por estas imitaciones, enmascaradas bajo nombres como 'Kalamarz free fish' (en alusión a los calamares) o 'Crispy chili shrimpz' (falsas gambas). De igual manera se pronunció Conxemar, que puso de manifiesto la importancia de confeccionar una regulación específica para este tipo de productos. “El sector ha detectado la aparición de nuevas imitaciones de productos del mar en las que el etiquetado es cada vez más confuso para el consumidor. Se están utilizando, por ejemplo, imágenes o pictogramas que hacen referencia expresa al mar y a determinados productos pesqueros, sin que ninguno de sus ingredientes sea de origen marino”, indicaba su presidente, Eloy García, en declaraciones a FARO con razón de esta problemática.

Ayer, unas horas después de que se diese traslado de la respuesta de Stella Kyriakides, Conxemar remitió una nota a los medios firmada por más de una decena de entidades del sector en la que se daba cuenta de una reunión mantenida este martes entre los representantes de la cadena de valor de productos del mar y el director general de Consumo, Daniel Arribas. En el marco de una petición suscrita por Anfaco-Cecopesca, Cepesca, Fedepesca, la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores, Opagac, Orpagu o Puerto de Celeiro, las organizaciones del gremio demandaron a la autoridad competente que vigile que el etiquetado de los procesados de origen vegetal cumpla con la normativa vigente, incidiendo en la necesidad de que se “redoblen” los esfuerzos para ello.

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