Los hoteles de Barcelona se preparan para un Mobile World Congress (MWC) 2023 con el vigor de siempre, aunque sin récord de alojamiento por los últimos coletazos de la pandemia en Asia. La participación de expositores y público de Asia aún será baja en esta edición, ante las restricciones sanitarias que sufre el continente y muy especialmente China. El 'boom' tecnológico en el gigante asiático la última década había alimentado la asistencia al congreso estrella de la capital catalana, que llegó a cifras de vértigo (109.000 visitantes) justo antes del estallido de la Covid-19.
El balance de 2022 que presentó el sector hotelero este jueves ya incluyó una pincelada sobre las perspectivas en turismo de congresos este 2023. El salón audiovisual ISE, que debutó en Barcelona el año pasado y acaba de celebrar la segunda este enero, ha demostrado su potencial dejando una ocupación hotelera de entre el 70 y 80% según las zonas de la ciudad. Pero el gran revulsivo de la temporada baja turística sigue siendo el MWC y este año, al fin, vuelve a tener el ímpetu habitual en términos de alojamiento.
Según detalló el Gremi d’Hotels de Barcelona, la organización del congreso ya ha reservado 18.500 habitaciones. Un volumen de nuevo muy abultado que permitiría alcanzar una ocupación de entre el 90% y 95%. A estas plazas hay que sumar otras vías de alojamiento, como apartamentos. Cabe recordar que antes de la crisis sanitaria la cita tecnológica tuvo un impacto económico de 473 millones de euros para la ciudad, mientras que en 2022 -- pese a ir mejor de lo esperado-- se alcanzaron 60.000 asistentes y una repercusión de más de 250 millones de euros.
Desde el punto de vista del alojamiento, se trata ahora de un escenario bien distinto del del año pasado, cuando el congreso ‘solo’ acaparó 10.500 habitaciones. Sin embargo, la perspectiva actual aún dista del techo registrado en 2019: hasta 26.000 habitaciones prereservadas para alojar asistentes. El mercado chino y asiático "aún está muy comprometido", excusó el presidente gremial, Jordi Clos. Además, señaló como peligro de última hora que haya cancelaciones israelís, en respuesta a la reciente ruptura del hermanamiento entre Barcelona y Tel Aviv anunciada por la alcaldesa Ada Colau.
Precios
La demanda alta pero sin récord atemperará los precios. Clos estimó que se situarían entre un 5 y 10% por debajo de lo habitual para asegurar el atractivo del parque hotelero frente a otras modalidades de estancia. Las esperanzas del sector, en cuanto a poder subir tarifas, se encaminan ya a una edición 2024 de auténtica recuperación global en la que Asia vuelva a engrosar la afluencia y el número de stands. Hace solo un año, con una edición todavía muy marcada por la pandemia, los precios llegaron a ajustarse un 22%, subrayó el representante de los hoteleros.