El gigante tecnológico surcoreano Samsung Electronics vio crecer su beneficio neto un 39,5% interanual en 2022, hasta 55,65 billones de wones (unos 41.634 millones de euros), informó este martes la empresa en su informe financiero. La ganancia operativa de la compañía con sede en Suwon, al sur de Seúl, cayó un 16% interanual, hasta 43,37 billones de wones (32.447 millones de euros), mientras que su facturación por ventas creció un 8,1% con respecto al año anterior, alcanzando los 302,23 billones de wones (226.109 millones de euros).

En lo que respecta a los resultados del trimestre de octubre a diciembre, el beneficio neto de Samsung creció un 120% interanual, hasta 23,84 billones de wones (conversión), pero su beneficio operativo cayó un 70% con respecto al año previo, hasta 4,3 billones de wones (3.200 millones de euros). El beneficio bruto de explotación (EBITDA) de la compañía en 2022 fue de 46,44 billones (35.000 millones de euros), un 12,95 %, y en el cuarto trimestre del año pasado ascendió a 5,05 billones de wones (3.800 millones de euros), un 57,4% menos que en el mismo periodo del año anterior.

El negocio de chips de Samsung se vio afectado especialmente por la bajada en las compras de semiconductores y un exceso en la oferta que hizo bajar los precios de los chips y la compañía cosechó en este sector unas ganancias operativas de 0,27 billones de wones (202 millones de euros) en los últimos tres meses del año, una disminución del 96,9% con respecto a hace un año.

Las ventas para el mayor fabricante mundial de chips de memoria y teléfonos inteligentes fue de algo más de 70 billones de wones (unos 52.000 millones de euros) en esos meses. En su rama de telefonía móvil, Samsung reportó 26,9 billones de wones (20.151 millones de euros) en ventas y 1,7 billones de wones (1.270 millones de euros) en ganancias operativas para el cuarto trimestre.

Como es habitual, Samsung no publicó sus previsiones financieras para el ejercicio de 2023.