Pese el rechazo explícito de nueve países de la UE a reformar el mercado eléctrico, España vuelve a la carga para concienciar y convencer a sus socios europeos de la necesidad de introducir de forma urgente medidas “extraordinarias” que permitan frenar la escalada de los precios de la luz. Con motivo del consejo extraordinario de ministros de energía de la UE que se celebra en Luxemburgo, el Gobierno ha difundido un nuevo documento en el que reclama la posibilidad de desacoplar de forma unilateral los precios del mercado de la electricidad para limitar por su cuenta la factura de la luz. “Un enfoque europeo común para el conjunto del mercado interior de la energía europea es nuestra preferencia” porque “es lo más eficiente y razonable para evitar distorsiones adicionales” pero si no hay respuesta a la crisis actual, la Comisión Europea debería permitir a los gobiernos “flexibilidad para adoptar medidas en esta situación extraordinaria”, señala el documento.

El movimiento se produce tras la carta remitida por Alemania y otros ocho países europeos rechazando la reforma del mercado eléctrico y considerando suficientes las últimas propuestas de Bruselas. “Entendemos que las medidas presentadas por la Comisión Europea el 13 de octubre no son suficientes. Tenemos que seguir trabajando en medidas muchísimo más ambiciosas. Tienen que ser más ambiciosas y adecuadas al contexto actual”, ha respondido este martes la secretaria de estado de energíaSara Aagesen, que ha recordado al resto de colegas que España ya ha adoptado todas y cada una de las medidas a corto plazo planteadas por Bruselas.

Aagesen, que ha sustituido a la vicepresidenta Teresa Ribera que se ha quedado en Madrid para participar en el consejo de ministros, ha defendido ante el resto de colegas los tres grandes bloques en los que España propone actuar desde ya, a corto plazo, para reconducir la situación y evitar el efecto contagio que hace que los precios de la electricidad sean “injustificablemente más caros”. Por ejemplo, cada aumento de un euro por megavatio hora en el precio del gas representa 2.700 millones de euros al año en costes de electricidad adicionales para los consumidores europeos.

Desacoplar precios

Ante esta situación, y para evitar que este encarecimiento se repercuta en los consumidores, España ha reivindicado dos medidas. En primer lugar, fijar los precios de forma separada. En lugar de la señal del precio marginal puro (contaminado por los picos en los precios del gas), el precio de la electricidad se obtendría como un precio promedio con referencia al coste de las tecnologías limpias 'inframarginales' (particularmente las renovables). De esta forma, “el precio de la electricidad estaría directamente vinculado a los mix de producción nacional, al mismo tiempo que protegería a los consumidores de volatilidades excesivas y les permitiría participar de los beneficios que brinda un mix de generación más económico” gracias a las renovables.

Para controlar la situación, España también defiende establecer un precio límite para el gas natural. “De esta forma conseguiríamos que el precio marginal no supere estos limites que estamos teniendo estos últimos meses”, ha explicado la secretaria de estado que ha vuelto a insistir en la necesidad de establecer compras centralizadas de gas natural, otra de las demandas conocidas. Por último, España también considera urgente adoptar nuevas medidas para evitar la especulación financiera en el sistema de comercio de emisiones de CO2. “Es algo que estamos viendo, esas altas volatilidades en los derechos de CO2 que merman la competitividad de la industria y nuestra posibilidad de evolución”, ha explicado.

Según Aagesen, la UE debe explorar cuatro conceptos entre los que incluyen el limite temporal que esos derechos pueden estar activos o el exceso de derechos que se pueden comercializar. El documento, sin embargo, choca frontalmente con la postura defendida por una decena de países de la UE que consideran que las medidas de Bruselas son suficientes. “Nuestra idea es convencerles con hechos, contándoles cuál es la situación real y contando que la transición energética y la descarbonización solo será posible si los consumidores perciben los beneficios de la transición”, ha insistido la responsable española de energía, que ha salido de la reunión satisfecha. "Creo que es positivo haber tenido esa interacción entre todos y seguir trabajando en la hoja de ruta de aquí a principios de diciembre", ha destacado.