Steak tartar sin salir de casa

Cuentan algunas teorías que el steak tartar tiene un origen muy poco glamuroso. Se dice que los primeros en prepararlo, involuntariamente, fueron los jinetes mongoles, que conservaban la ración de carne que les asignaban bajo la silla del caballo que montaban durante todo el día. En el momento de comerla, tras horas cabalgando, ésta estaba curada y blanda. Hay otras teorías, pero mucho menos evocadoras, sin duda. Sea como sea, el steak tartar es una delicia. Y es más fácil de lo que parece prepararlo en casa. Para ello, eso sí, hay dos cosas imprescindibles: que un carnicero de confianza nos garantice una buena pieza de carne y contar en casa con un cuchillo muy afilado para que corte la carne y no la machaque. El solomillo es caro, y este plato se sale del presupuesto de Gastronomía de Guerra… ¡Pero estamos en fiestas! Ya volveremos al ahorro en enero.

Preparación

—Lo mejor es, antes de empezar, dejar picadas las alcaparras, los pepinillos y la cebolleta. Muy chiquitito.

—Picar la carne a cuchillo. Es importante que corte bien y que realmente corte la carne, que no la machaque. A trozos regulares y pequeños. Salpimentar. Con generosidad.

—Separar la clara de la yema del huevo y poner esta última en un recipiente hondo. Añadir, a hilo, el aceite y emulsionar con un tenedor hasta obtener algo parecido a una mayonesa. Agregar la mostaza e integrarla.

—Añadir la carne y mezclarla con la salsa, procurando que se pringue por completo. Ir añadiendo, uno a uno e integrando antes de añadir el siguiente la cebolleta, las alcaparras, los pepinillos y las anchoas.

—Rociar con la salsa Worcestershire y tabasco al gusto y volver a mezclar.

—Si no se va a consumir al momento, cubrirla con un film asegurándose de que quede completamente pegado a la carne y reservar en la nevera.

—Servir sobre el pan tostado.

El toque gourmet

Preparar este steak tartar con una buena carne madurada es llevarlo a otro nivel, o añadirle un poco con el resto de la carne. O rellenar con él un panecillo de brioche tostado con un poco de mantequilla.

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