La granja de impresoras 3D más grande de Europa

Las 1.373 impresoras 3D de Phoenix 3D están listas para materializar «cualquier idea de producto» que tenga una empresa: de ‘merchandising’ exclusivo a piezas de coche o material de construcción.

Juan Cruz Carrasco, director de Phoenix 3D, en la planta principal de la granja de impresión 3D.

Juan Cruz Carrasco, director de Phoenix 3D, en la planta principal de la granja de impresión 3D. / GUILLEM BOSCH

Ahí se fabricaban helados y ahora se fabrica... cualquier cosa. La granja de impresoras 3D más grande de Europa está en Mallorca, en un discreto edificio del polígono Son Castelló de Palma.

La apariencia vetusta de la fachada, el suelo ochentero de terrazo y los muebles de madera noble y oscura del vestíbulo despistan totalmente al visitante, que no puede ni siquiera sospechar que en el piso de arriba más de 1.300 impresoras 3D están listas para fabricar prácticamente cualquier cosa: de un jarrón a una pieza de coche, una maqueta, una prótesis o un jardín vertical.

La antigua fábrica de helados de La Menorquina en Palma es hoy la sede de Phoenix 3D, una start-up que hace más de un año que empezó a cocerse y que ahora ya está recibiendo sus primeros encargos. Tras tres millones de inversión (la apuesta de los fundadores, Javier Palomino Sánchez y Jaime Tomás Escarrer), sus 1.373 impresoras 3D de tipo FDM están preparadas para materializar cualquier idea.

¿Quiénes son sus potenciales clientes? Por un lado, cualquier empresa que quiera fabricar algo de manera personalizada (y de forma masiva, si quiere). Por otro lado, y cuando lancen su tienda on line a finales de este mes, también podrá ser su cliente cualquier particular que quiera comprar algunos de los objetos que van a ir diseñando y produciendo.

Un detalle de la tecnología usada en la empresa.

Un detalle de la tecnología usada en la empresa. / GUILLEM BOSCH

De momento, ya han llamado a su puerta para interesarse por sus servicios desde empresas de construcción (una preguntó por un revestimiento para una fachada) a grupos de investigación de la Universitat (que entre otras cosas encuentran en esta granja facilidades para realizar prototipos a buen precio).

Los encargos y peticiones de información y presupuesto que les llegan no solo se circunscriben a Mallorca: al ser la mayor factoría con granjas 3D del continente (no se atreven a decir del mundo porque ven probable que en Asia haya alguna mayor), también les están contactando empresas de la península, invirtiendo así la dirección del flujo habitual de venta de productos y servicios industriales.

Reducir la dependencia industrial

Reducir la dependencia industrial de la isla y evitar esa importación obligada de casi todo es otro de los objetivos de sostenibilidad que persigue Phoenix 3D, señala su director general, Juan Cruz Carrasco.

Licenciado en Trabajo Social y a punto de acabar la carrera de Derecho, llega al puesto tras haber sido director insular de residuos en el Consell de Mallorca. Y tiene sentido entre otras cosas porque la mayoría de los filamentos con los que se fabrican los productos en esta granja son del tipo PLA y provienen de materiales biocompostables certificados.

Imagen del láser.

Imagen del láser. / GUILLEM BOSCH

En sus estanterías hay rollos de filamentos de todos los colores y orígenes imaginables: de almidón de patata o de maíz a restos de madera, huesos de aceituna o incluso cáscaras de ostra (parece una excentricidad innecesaria, pero piénselo bien: ¿No le encaja en Mallorca un restaurante presumiendo de que sirve sus preparación en platos hecho con cáscara de ostra?).

La fábrica se nutre de energía limpia al 100% gracias a las placas que cubren toda la cubierta, algo que da fe de su afán de sostenibilidad, pero que a nivel de costes también interesa: Carrasco no oculta que la factura eléctrica de tanta impresora puede ser «importante».

Las posibilidades son tan amplias que cuesta imaginarlas. Y aunque las impresoras más grandes que tienen son de 500x500x500 cm, ni siquiera el tamaño es un límite ya que los objetos se pueden diseñar y producen por módulos ensamblables.

Personalización

La personalización es uno de los puntos fuertes del servicio que ofrecen. Así por ejemplo creen que sus servicios pueden ser muy interesantes para realizar merchandising o piezas de regalo con mensajes y formas personalizadas para entidades y eventos empresariales, pero también para celebraciones particulares, como una boda. Y defienden que, además de único, su producto siempre será más económico y rápido que otras opciones, como los grandes bazares mayoristas con productos de origen chino que rodean a esta granja en el polígono.

Ahora mismo están trabajando para finalizar unos ‘minibustos’ que una empresa les ha encargado para usar como tapones en unos botes especiales de perfume. Lidia Troyano, responsable de postprocesado, se encarga de estos acabados.

Con esos retoques, pueden conseguir que cualquier objeto parezca de producción artesanal y que además luzca del material deseado (basta dar un revestimiento de arcilla para que el plástico ‘se convierta’ en barro, por ejemplo).

De momento, son ocho personas en el equipo de Phoenix 3D, pero, ante la inminente llegada de encargos, el perfil de Carrasco en LinkedIn ya luce la etiqueta de Hiring (Contratando). Pero ¿qué perfil de profesionales trabajan y se necesitan en una fábrica digital? Informáticos, diseñadores... y en general gente interesada en el mundo de la impresión 3D. Por ejemplo, Troyano, la técnica de postprocesado, estudió el Bachillerato artístico, luego hizo una FP de Animación para Videojuegos y trasteaba con una impresora 3D en su casa antes de recibir la llamada de Phoenix 3D.

Ahora su hobby es su trabajo y nada más y nada menos que en la mayor granja de impresoras 3D de Europa, explica mientras trabaja en su mesa, ubicada junto a una de las antiguas neveras industriales de esa antigua fábrica heladera convertida hoy una fábrica de prácticamente cualquier cosa (menos helados).

Prototipos de torre de cultivo vertical.

Prototipos de torre de cultivo vertical. / GUILLEM BOSCH

Phoenix Grow: torres de cultivo inteligentes para revolucionar la agricultura

Phoenix 3D, la granja de impresoras 3D más grande de Europa que ya ha empezado a funcionar en Palma, tiene tres líneas de negocio: el servicio de impresión para las empresas; Phoenix Decor (que ofrece opciones decorativas personalizadas: de lámparas a molduras o jardines verticales); y Phoenix Grow, que produce torres de cultivo vertical aeropónico y de gestión inteligente (con sistema de riego y control desde el móvil).

La fábrica del polígono Son Castelló ya tiene varios prototipos de torres hechos (ahora están probando la permeabilidad del material y distintas opciones de bombas de agua para el riego). Según el director general de la empresa, Juan Cruz Carrasco, estas torres bajan un 95% el consumo de agua y un 90% el de nutrientes, además de reducir el territorio necesario para cultivar: «Una torre de 1,80 metros equivale a un área de cultivo de 20 metros cuadrados». Las torres pueden ser para particulares, pero pensando a lo grande Carrasco razona que pueden ser una oportunidad para innovar y revolucionar el sector agrario. 

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