Diario de Ibiza

Diario de Ibiza

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Erwin Bechtold, impulsor del Grupo Ibiza 59

Han pasado ya treinta años desde que el mace organizó

la exposición ‘Grupo Ibiza 59, pasado y presente’

Walda Munford, Laabs, Broner, Carlos Sansegundo, Antonio Ruiz y una amiga. FOTOS CEDIDAS POR EL MACE

En su larga y fértil trayectoria creativa, resulta relativo el peso y el poso que el Grupo Ibiza 59 tuvo en la biografía de Bechtold, como él mismo me señaló en una entrevista que le hice en el 92 con motivo de la exposición ‘Grupo Ibiza 59, pasado y presente’, que organizó Elena Ruiz directora del Museu d’Art Contemporani d’Eivissa (MACE): «Siempre digo que esa etapa fue un momento de grandes amistades, inspiraciones mutuas y entusiastas. Más dentro del grupo que en relación al exterior, cuya proyección internacional, su importancia en el contexto histórico-artístico del momento, yo pongo en duda».

Treinta años ya de aquella entrevista y aquella exposición. Desde luego, 1992 es una fecha con historia, como estamos viendo en esta serie; y no sólo por la Olimpiada de Barcelona o la Expo de Sevilla. Y la muerte reciente de Erwin Bechtold, a la provecta edad de 97 años, ha motivado este capítulo para recordar a un grupo creativo que surgió en Ibiza en la década de los 50 y dio que hablar y exponer en unas circunstancias particulares especiales. Y es que por aquel entonces, tanto en Europa como en España, florecían los grupos artísticos con intereses y estéticas comunes, tal los casos de ‘Dau al set’ o ‘El Paso’. O incluso, ya en los 60 y también en la isla, el Grupo Puget, con los pintores ibicencos Ferrer-Guasch, Toni Pomar, Portmany y Vicent Calbet.

Broner, Katja Meirowsky, Bechtold y Munford.

Como resulta que lo que más tenemos los jubilados es tiempo libre, el triste pretexto de la muerte de mi querido amigo Bechtold me ha llevado a buscar su huella en mi vida periodística; y así he dado con la serie de reportajes y entrevistas que con motivo de la apuntada exposición del MACE publiqué en el Diario de Ibiza durante seis domingos. Serie en la que conté con la grata y profesional mirada de Elena Ruiz, que se encargaba de hacer el ‘Perfil artístico’ de cada uno de los miembros del grupo. Así como con la colaboración de críticos y amigos relacionados con ellos: Daniel Giralt Miracle, director entonces del Museu d’Art Contemporani de Barcelona (MACBA); Cati Verdera, directora de la galería Van der Voort de Vila; Yutta, gestora cultural, promotora y amiga de varios artistas del grupo; Josep Maria Subirà, fotógrafo y testigo gráfico de las iniciativas artísticas y amistosas; Rafel Tur Costa, pintor y amigo ibicenco, afín a la estética del colectivo; Mariano Planells, periodista y crítico de la isla; y el poeta, amigo y periodista a ratos Toni Roca.

Así nació el Grupo Ibiza 59

Aunque creía recordar que los padres de la idea habían sido Erwin Broner y Erwin Bechtold, parece que el impulsor del Grupo Ibiza 59 fue este último. Así lo afirma en la entrevista cuando le pregunto por su aportación personal: «Yo fui el iniciador del grupo. Emilio Schillinger, director entonces de El Corsario, quería organizar exposiciones de arte actual, y les propuse a Broner, Hans Laabs y a Bob Munford, que eran mis amigos más íntimos, la idea de formar un grupo. Nos pareció una buena idea. Luego se sumaron los demás y así nació la cosa. En cuanto a mi participación personal, yo he trabajado con mucho entusiasmo en todo lo que era preparación de carteles, invitaciones y demás. Junto con Munford, que era el único que tenía coche y quien colgaba los carteles de las exposiciones, que hacíamos en los talleres del Diario de Ibiza».

De izquierda a derecha: Pilar Vega, Broner, Bechtold, Meirowsky, Laabs y Ruiz.

Artistas de primer nivel

Además de los cuatro apuntados, los miembros fundadores del Grupo Ibiza 59 fueron Egon Neubauer, Antonio Ruiz (único superviviente, con 99 años), Bertil Sjöberg y Katja Meirowsky. Más otros epigonales: Pierre Haubensack, Carlos Sansegundo, Bob Thompson y Heinz Trökes. A los que habría que añadir una serie de invitados importantes que expusieron puntualmente sus obras en la Galería El Corsario, sede y pretexto del nacimiento del colectivo: Genovés, Mompó, Zóbel, Pancho Cossio, Amadeo Sabino, Gropius... Buff, una relación de figuras de primera categoría, desde luego, que, de haber tenido uno más tiempo, paciencia y capacidad crítica, la cosa podría haber terminado en un libro de indudable interés. Pero no di más de mí, como contaba en la página ‘Confidencias sobre una búsqueda’: «Ha sido una investigación minuciosa y, desde luego, no exhaustiva. Con entrevistas a los artistas que aún viven en la isla o con sus viudas. Llamadas a Soria, a Alemania, a Suecia, en busca de datos, detalles, anécdotas que pudieran alumbrar matices y dudas sobre este o aquel aspecto que no acababa de entender bien. Insistencias continuas al equipo humano del museo para que me facilitaran el material de que disponían para poder presentar al lector un cuadro lo más fiel posible de los aspectos que más me interesaba conocer y dar a conocer. Poniendo más énfasis en el lado humano y social, ya que mi limitación crítica no me permitía entender como es debido el arte que realizaban la mayoría, pura vanguardia evolucionada, conceptos abstractos...».

Heidi y Dieter Brusberg con Erwin Bechtold.

También apuntaba en aquel verano del 92 que la aventura del Grupo Ibiza 59 sólo duró cinco años: «En 1964 aparecía en este periódico la ‘nota necrológica’, y lo que vino después ya es otra historia: las de las galerías Ivan Spence, Van der Voort y demás». Sólo un lustro activo, sí, pero con un eco que alcanzó cotas de alto relieve en la historia del arte contemporáneo de Ibiza. Hasta el punto de que se puede decir que, gracias a la presencia de aquel grupo de amigos artistas que recalaron en esta isla mediterránea, tan idílica en aquel tiempo, surgió el espíritu receptivo que, poco a poco, hizo posible que surgiera el estupendo Museu d’Art Contemporani d’Eivissa, en Dalt Vila; ese edificio emblemático y con tanta historia acumulada en sus paredes. Sí, qué idílica les resultaba a todos ellos aquella isla. Y qué barata, como destacaban, en general, todos los artistas entrevistados tanto para esa ocasión como en otras parecidas que a lo largo de mi trayectoria periodística pude realizar.

Cerraré este capítulo de esta serie de ‘Cuando Ibiza era otra fiesta’ con la solvente opinión crítica de Giralt Miracle: “Para mí, el Grupo Ibiza 59 es el auténtico ejemplo de la recuperación intelectual y cultural de la posguerra, tanto de la española como de la europea. Todos sus miembros salían del trauma, huían de una situación de abatimiento y querían recuperar su libertad individual y el espíritu creativo de las vanguardias históricas, interrumpidas por los desastres de la guerra. El Grupo Ibiza 59 nació entre el «azar» y la «necesidad”. El azar que produjo que unos individuos conscientes de su condición de artistas entendieran que el lugar idóneo para proseguir su creación era Ibiza (la Ibiza de los cincuenta), que ofrecía un medio natural incomparable, una razonable distancia de proximidad con las grandes ciudades europeas y un costo de vida mínimo (…). Fueron estas circunstancias las que propiciaron la coincidencia de unos artistas errantes que se dejaron fascinar por el poder magnético de Ibiza, fascinación que todavía perdura, puesto que de una manera u otra todos ellos siguen vinculados a la isla, ya sea desde la presencia o desde la memoria».

Compartir el artículo

stats