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Hacia la economía circular en Baleares

¿Y si pudiésemos conseguir una transición más justa para tod@s?

Cursos (Ma) en 2020. DI

Desde la Unión Europea (UE) se están desarrollando estrategias y mecanismos para garantizar una transición justa hacia una economía circular. En Balears contamos con normativas pioneras a nivel internacional. De hecho, hoy se celebra un año desde la entrada en vigor de varios artículos de la ley balear de residuos que prohíben muchos productos de plástico de un solo uso. Por ello, aprovechamos para recordar algunos puntos sobre este marco legal, pero también nos hemos tomado esta oportunidad para compartir herramientas locales que ayudan a formar a las empresas y para reflexionar sobre cómo de justa está siendo la transición en Balears y qué nos gustaría ver más desde las administraciones.

Un repaso de la ley balear de residuos

Como algunos habréis notado, poco a poco vamos viendo menos zumos servidos con pajitas de plástico. Esto se debe a la Ley 8/2019, de 19 de febrero, de residuos y suelos contaminados de las Illes Balears que entró en vigor en 2019, pero los artículos que más impactan al sector HORECA entraron en vigor el 20 de marzo de 2021. Una normativa que ha traído muchos retos para el sector.

Pero, a diferencia de lo que muchos piensan, no solo se aplica a productos de plástico, ni tampoco trata de impulsar productos de un solo uso super eco. Sino que cuenta con el objetivo de promover una economía circular en las islas.

Por poner algunos ejemplos, dentro de los establecimientos HORECA ya no se pueden servir batidos con pajitas compostables ni tarrinas de helado hechos de cartón. Asimismo tienen la obligación de ofrecer agua no envasada de forma gratuita y complementaria.

Los productos de monodosis también quedan prohibidos, tales como los azucarillos para el café, las mantequillas o las mermeladas (incluso las que están envasadas en vidrio). Sin embargo, el Govern Balear hizo una excepción en este artículo y se continuarán permitiendo hasta que se declare fin a la crisis sanitaria.

Certificado Experimental Beach.

Al leer algunas de estas obligaciones, probablemente os vengan muchos ejemplos a la cabeza de locales donde se esté incumpliendo y que, de hecho, al usar algunos de estos productos se arriesgan a una posible multa de hasta 300.000 euros. Si trabajas en el sector, quizás también estés pensando en uno de los pedidos que habéis realizado recientemente de cara a la temporada.

No sois los únicos y es por eso que hoy cuestionamos qué mecanismos se están implementando para garantizar que las empresas estén formadas sobre estos cambios.

La nueva ley para la circularidad en el turismo en Balears

No podemos hablar de las normativas de economía circular sin mencionar el decreto ley para la circularidad y la sostenibilidad en el turismo que se acaba de aprobar en Balears. Con ello se pretende liderar el cambio hacia un turismo regenerativo, que incluye tanto la perspectiva social como la medioambiental. Cada hotel deberá contar con su propio plan de circularidad, entre otras obligaciones.

No obstante, uno de los puntos que están creando más controversia está vinculado a la modernización en la limpieza de los establecimientos turísticos. La normativa contempla aumentar la protección a las camareras de piso de forma que, desde el 2023, hoteles de las islas deberán empezar a instalar progresivamente camas elevables para facilitar su trabajo.

Herramientas locales para la educación, formación y reconocimiento de las empresas que quieren integrar la economía circular

Desde (Ma), nuestro laboratorio especializado en la transformación sostenible, llevamos más de dos años formando a empresas sobre la ley balear de residuos. Y, con tal de facilitar la formación de personal durante la pandemia y hacerla más accesible y económica para todo tipo de empresas, hemos creado una plataforma de aprendizaje online local dedicada a la economía circular (thinkma.world). Decidimos diseñar el primer curso de e-learning con el objetivo de ayudar a las empresas a no solo conocer sus nuevas obligaciones con la ley balear de residuos y evitar sanciones y compras innecesarias (al distinguir bien entre soluciones falsas y soluciones reales), sino que también a entender el porqué de este cambio de marco legal que, como vemos, irá afectando a diferentes áreas de los negocios.

Por otro lado, a través de los cursos hemos tenido la oportunidad de entender mejor los retos a los que se enfrenta el sector HORECA y a ver los resultados de empoderar a las personas a través de la educación. Para empresas que quieran dar visibilidad a los esfuerzos que están llevando a cabo, colaboramos con el Certificado Plastic Free Balearics. Un sello obtenido ya por casi 50 empresas en Balears por su compromiso con la eliminación de productos de plástico de un solo uso y su sustitución por aquellos que sean reutilizables. La formación proporciona a los equipos el conocimiento para poder obtener las cinco estrellas del certificado.

Las empresas tienen la obligación de cumplir con estas normativas. Hasta allí estamos todos de acuerdo. Sin embargo, así como ellas tienen una obligación, desde Europa se está impulsando otra y es que la transición sea justa.

Mesa redonda de ExpoHIP con Sofia Ribas, Iván Spínola (Palladium), Pepe Macías (Iberostar), Rodrigo Domínguez (Barra de Ideas).

Reflexiones para unas islas pioneras en la transición justa hacia una economía más sostenible en Europa

Estas normativas no vienen porque sí. Como muchos ya sabéis, a nivel europeo durante los últimos años se han estado desarrollando varias estrategias para impulsar una economía más sostenible. Un paso decisivo fue en 2019, cuando la Comisión Europea presentó lo que se conoce como el Pacto Verde Europeo, una hoja de ruta para que Europa se convierta en un continente neutral para el clima en 2050. Junto a esta estrategia, la comisión también presentó un nuevo plan de acción de economía circular.

Y, como respuesta al Pacto Verde Europeo, se ha desarrollado el Mecanismo para una Transición Justa que tiene como objetivo garantizar que estos cambios a nivel medioambiental no tengan consecuencias negativas a nivel social, es decir, que favorezcan a unos más que a otros, sino que desde los fundamentos se haga de forma equitativa y no deje a nadie atrás.

Y aquí es donde, desde la humildad, queremos cuestionar hasta qué punto la transición en la Comunitat de Balears se está promoviendo de forma justa, ¿se están desarrollando mecanismos que aseguren que se haga de forma equitativa y no deje a nadie atrás? ¿cómo se está definiendo? ¿quiénes son los que salen más beneficiados y quiénes no?

También nos cuestionamos las contradicciones. Si la circularidad promueve mantener los recursos dentro de la economía durante el máximo tiempo posible, ¿la circularidad se está aplicando también al artículo que trata la modernización y obliga a renovar unas 300.000 camas elevables? ¿Qué ocurrirá con las camas nuevas no elevables en las que se hayan invertido durante los últimos años, incluso durante la pandemia? ¿Y qué ocurrirá con las camas elevables cuando se rompan y dónde irán a parar? ¿Dentro de dos, cinco o 10 años se seguirá definiendo esto como modernización?

Pero, incluso más importante, nos preguntamos si se ha realizado un ejercicio real de escuchar a las necesidades de las camareras de piso y si se ha identificado de forma honesta lo que promovería su bienestar, o si hemos vuelto a responder por ellas.

Según las Naciones Unidas, las pequeñas, medianas y microempresas son la espina dorsal de la mayoría de las economías del mundo, representan el 90% del total de empresas y generan entre un 60 y 70% del empleo. ¿Les estamos proporcionando el conocimiento y las herramientas para que puedan adaptarse? ¿Estamos cuidando de los pequeños negocios locales o estamos alimentando a los fondos de inversión extranjera?

Hoy celebramos la economía circular que promueve la ley balear de residuos. Pero a la vez esperamos que las autoridades que velan por nuestros intereses se cuestionen de forma genuina si se valora lo suficiente el papel que han jugado, juegan y pueden jugar las empresas locales en toda esta transición y qué se conseguiría si se invirtiese más en la formación.

Como dice Derek Bok, ex presidente de la Universidad de Harvard, «si crees que la educación es cara, prueba con la ignorancia». La colaboración genuina y la educación son y serán piezas fundamentales para garantizar una transición justa a una economía circular y regenerativa.

¿Podemos conseguir que las normativas se vean como abono y no techo?

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