Aves marinas camino de la extinción

Otras amenazas se ciernen sobre las poblaciones de pardelas, como la sobrepesca y la contaminación lumínica. Sin embargo, la que podría asimismo suponer un gran impacto sobre las poblaciones, la presencia de depredadores introducidos, no es actualmente un problema en las colonias de virot mejor estudiadas y controladas de las islas, sa Cella (Mallorca) y las de los illots de Ponent, en Ibiza. No hay que olvidar que la pardela balear solo nidifica en el archipiélago, mientras que la pardela cenicienta es endémica como reproductora del mar Mediterráneo; en España, nidifica tanto en Balears como en Chafarinas y en algunos islotes del Levante ibérico.

Respecto a los datos actualizados, la población reproductora de virot se ha reevaluado en 2.907 parejas (535 de ellas en Ibiza y 692 en Formentera). En cuanto a la población de la pardela cenicienta, la última estima global para el archipiélago balear apunta a un número que oscila entre 1.800 y 7.000 parejas. En las principales colonias reproductoras de Formentera, que incluyen s’Espardell, Punta Prima, La Mola y Cap de Barbaria, hay alrededor de cien parejas; en los illots de Ponent, entre 150 y 275. La tendencia es regresiva y el número de ejemplares muertos de causa no natural arroja cifras –aún siendo conscientes de que son solo estimaciones aproximadas– que, en comparación con los datos poblacionales, revelan bien el desequilibrio. «Los resultados indican que una media de 683 ejemplares podrían estar muriendo cada año. Como especie longeva y con un único pollo por pareja y año, la mortalidad de aves en edad reproductora puede provocar graves declives en un corto periodo de tiempo, análogos a los detectados en la pardela balear». Así se indica en el Libro Rojo de las Aves de España.

El libro rojo es un trabajo realizado por la Sociedad Española de Ornitología (SEO/Birdlife) con el apoyo de la Fundación Biodiversidad, y en él también hay espacio para apuntar soluciones: el calado nocturno de las redes, la capacitación del sector pesquero para el manejo de aves capturadas, la veda de pesca en la proximidad de las colonias en época reproductora y la aprobación de planes de gestión de ZEPA marina que incorporen medidas de conservación para las pardelas se encuentran entre ellas. Y casi todas precisan de la colaboración del sector pesquero. En este sentido, un punto destacable, que podría marcar un cambio significativo si se aplicara de manera urgente se señala así en el apartado de las actuaciones de conservación propuestas: «El calado nocturno se ha demostrado hasta la fecha como el método más efectivo a aplicar por la flota pesquera artesanal para reducir las capturas accidentales sin comprometer un volumen de capturas que asegure la rentabilidad para la pesca».

Quizás, finalmente, no sea la famosa sargantana pitiusa el endemismo más amenazado de las islas ni el primero que veamos desaparecer de no adoptarse las medidas adecuadas para su conservación.