Las claves de la derrota

La debacle de España contra Japón: un partido para recapacitar y aprender

Con el partido contra Suiza de octavos en el horizonte, las jugadoras hacen autocrítica y sacan conclusiones de las que aprender

España cayó goleada ante Japón (4-0).

España cayó goleada ante Japón (4-0). / EFE

Laia Bonals

España mostró ante Japón su peor versión. Con el billete ya certificado para octavos, las futbolistas dirigidas por Jorge Vilda se veían las caras con las niponas en la disputa por la primera posición del grupo C. El partido acabó siendo demasiado cruel para las españolas. Una goleada dolorosa (4-0) ha enseñó las vergüenzas de un equipo que había mostrado una cara mucho más soberbia en los dos anteriores enfrentamientos del grupo. Ahora, con el partido contra Suiza de octavos en el horizonte, las jugadoras hacen autocrítica y sacan conclusiones de las que aprender.

¿Sorpresa ante el planteamiento de Japón? España solo tiene un plan

Contra Japón se vio a una España perdida. Con una hoja de ruta poco adaptada al partido que se iban a encontrar, Vilda aceptó el guion que le planteó el conjunto nipón, que se desentendió del balón para abonarse a las contras. A priori, debería ser un escenario para el juego combinativo y de posesión que practica el conjunto español. Sin embargo, la presión alta de las japonesas no dejó crear con facilidad en la salida de balón. A medida que avanzaba el tiempo, España se desesperaba, pero las soluciones no llegaban desde el banquillo ni sobre el césped. 

Ni en el primer ni en el segundo tiempo España consiguió revertir el guion. Mientras Japón se sentía cada vez más cómoda con su papel de verdugo, el conjunto de Vilda se diluía en la impotencia de ver el marcador aumentar para el equipo rival. La derrota demuestra, una vez más, la falta de versatilidad y capacidad resolutiva del staff de la selección

Contragolpes letales de Japón ante una defensa con ausencias

Japón no fue dominador, pero sí efectivo. El conjunto dirigido por Futoshi Ikeda tuvo cinco tiros a puerta y cuatro de ellos entraron. Los contragolpes llegaron a la espalda de una defensa de España muy adelantada a la altura del mediocampo. Las españolas dejaron demasiado espacio para que la línea ofensiva nipona llegara con efectividad ante la portería de Misa Rodríguez. Tanto a nivel colectivo como individual no fue un buen día para el conjunto español, pero fue especialmente duro para Rocío Gálvez. La defensa debutaba en un Mundial con España en el partido contra Japón. 

En derrotas como la que sufrió el conjunto de Vilda este lunes se echan de menos las grandes ausencias de esta selección, como Mapi León. La aragonesa, que renunció al Mundial en modo protesta por falta de condiciones profesionales en la estructura de la Federación, está considerada como una de las mejores centrales del mundo. Si no la mejor. Sin ella, y sobre todo en partidos como los de Japón en los que España peca de poca velocidad hacia atrás e inestabilidad, se hace notable la falta de grandes jugadoras.

Centro del campo inhabilitado y poca acción ofensiva organizada

España tuvo el 68% de la posesión del balón. La mayor parte del partido transcurrió con la pelota pegada a las botas de una jugadora española, aunque en pocas ocasiones eso significó peligro sobre la portería del conjunto nipón. Las de Vilda acabaron con 411 pases, por solo 96 de Japón. España solo tuvo dos ocasiones de peligro en las que la pelota fue entre los tres palos, de las 10 veces que llegó, pero no consiguió marcar. Unos datos superiores a los de Japón (cinco llegadas y tres goles) a nivel objetivo, pero a nivel de efectividad, Japón no perdonó. 

Uno de los handicaps que no permitió a España construir con fluidez fue un cierto desorden a nivel colectivo. Dada la densidad de jugadoras en el interior –Japón condensó su defensa para no dejar combinar al centro del campo español– el conjunto de Vilda quedó anulado en su zona de creación. Alexia, Aitana y Tere quedaron rodeadas por jugadoras niponas y en contadas ocasiones consiguieron combinar con éxito. El juego debía ir por fuera, pero ni las laterales ni las extremos consiguieron dar profundidad ni amplitud a un equipo que terminó tocado.

Cambios poco influyentes que no revirtieron la dinámica

Llegó la segunda parte y el momento de hacer los cambios. Pese a que dar entradas a jugadoras de refresco puede ser una arma para darle la vuelta a un partido que se complica, en el caso del Japón-España no fue así. La primera en volver al banquillo fue Olga Carmona para dejar su lugar a Ohiane Hernández pegada a la línea de cal nada más volver de vestuarios.

Vilda decidió cambiar el esqueleto del equipo viendo que sus futbolistas no conseguían encontrar soluciones ante un Japón soberbio. Sentó a Alexia Putellas, Mariona Caldentey, Teresa Abelleira y Salma Paralluelo para dar entrada a Alba Redondo, Eva Navarro, Claudia Zornoza y Esther González. No fueron cambios acertados, dado que el equipo apenas cambió en el segundo tiempo. 

"Esto se levanta con profesionalidad, amor a este deporte y amor a nuestro país. Son motivos más que suficientes para dejarnos la piel en el partido de octavos"

Jorge Vilda

La capitanas no dieron la cara tras la debacle

"El equipo está jodido porque perder un partido y de la manera en la que lo hemos hecho duele", comentó Irene Paredes tras la dolorosa derrota. "Hemos generado muy poco y Japón ha hecho un muy buen planteamiento defensivo y nos ha matado con cuatro contras perfectas", añadió afectada ante el duro resultado que amarga el pase a octavos del conjunto español. La autocrítica reinó en el discurso de las futbolistas que salieron a dar la cara tras la derrota.

La primera en salir fue Aitana Bonmatí, en la entrevista con la televisión a pie de campo. "El resultado lo dice todo, no ha sido nuestro mejor partido. Estamos en octavos, de esto se aprende. A veces necesitas un palo de estos para crecer. Vamos a sacar lo positivo, todo lo que saquemos de este partido será positivo. Por mi parte, pedir perdón, no estamos orgullosas de lo que hemos dado en el campo, pero el fútbol te da segundas oportunidades", dijo con sinceridad la catalana. Junto a las dos azulgranas, también atendieron a los medios Misa Rodríguez, Teresa Abelleira, Alba Redondo y Olga Carmona. Ninguna de ellas es capitana, pese a que Carmona y Misa lucieron el brazalete durante el partido.

"Para ganar los partidos no te pueden meter cuatro", aseveraba Vilda tras el encuentro. "Hay que mejorar las vigilancias defensivas, las custodias... Fuera de eso hay que ganar los duelos, las segundas jugadas... A partir de ahí podríamos habernos conectado. El problema es que nos han castigado mucho nuestra pérdida y hemos perdido nuestra confianza", añadía, pese a que se muestra confiado en revertir la dinámica cara la encuentro de octavos contra Suiza. "Esto se levanta con profesionalidad, amor a este deporte, amor a nuestro país. Son motivos más que suficientes para dejarnos la piel en el partido de octavos".

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