Fútbol y negocios

David Beckham, de estrella pop a gran magnate del fútbol

El exfutbolista del Real Madrid sería dueño de una franquicia de la MLS (Major League Soccer) por 25 millones de dólares

Fermín de la Calle

David Beckham siempre fue infravalorado como futbolista, una constante en todas las áreas de su vida en las que se ha adentrado. Fue uno de los mejores lanzadores de faltas y centros que ha habido en Inglaterra, y sumaba una entrega y un compromiso siempre le hizo ganarse el favor de sus compañeros y entrenador. Sin embargo, el gran público quedaba deslumbrado por su dimensión mediática, que trascendía al fútbol, al ser pareja de Victoria, por entonces Posh, la Spice Girl pija. Hoy una reconocida diseñadora de ropa.

David colgó las botas tras ser miembro de los Fergies Boys, el Manchester United que cambió la liga inglesa y alumbró la todopoderosa Premier. Y después se convirtió en el último "galáctico" del Real Madrid, al que llegó en 2003 después de Figo (2000), Zidane (2001) y Ronaldo (2002).

David Beckam.

David Beckam. / RM

Una profesionalidad distinta a los de sus compañeros

A Beckham le precedía su fama de fashion victim, pero el inglés más allá de ser un fenómeno social era uno de los jugadores más amables y accesibles del equipo. Era un profesional que se tomaba cada entrenamiento como el último y nunca se escondía de los micrófonos.

Sirva como ejemplo la noche del 1 de mayo de 2003. En su primera temporada como jugador del Real Madrid, cuando el Deportivo de Javier Irureta ganó con claridad a los blancos por 2-0. Después de que hablase Queiroz en sala de prensa, el único futbolista blanco que dio la cara tras la derrota en la zona mixta y atendió con amabilidad y una enorme profesionalidad las preguntas de medios internacionales, nacionales, regionales y locales, fue Beckham. Que pasó casi una hora respondiendo amablemente hasta el punto de ser avisado para que se subiera al autobús del equipo donde les esperaban sus compañeros, que habían preferido no dar la cara.

Una práctica habitual en la plantilla blanca, y en muchas otras, cuando se pierde un partido. No para Beckham que tenía mucho más sentido de la responsabilidad y del business que sus compañeros.

En 2007 Beckham se marchó del Madrid para enrolarse en Los Ángeles Galaxy, un equipo de la desconocida MLS estadounidense. “David se va a Hollywood porque quiere ser actor o yo qué sé. Es una lástima”, apuntó Ramón Calderón, presidente del Real Madrid por entonces, para explicar su marcha con 31 años a aquella aventura residual en el que pasaba de ganar 18 millones de euros por temporada a ingresar solo 6. Hay estimaciones financieras que datan los ingresos generados por Beckham en el Madrid en sus cuatro años en 600 millones, lo que explica la contrariedad de Calderón al anunciar su marcha.

David Beckam.

David Beckam.

Después de una exitosa carrera, en la que también vistió la camiseta del Milan y el PSG, ganando Champions, ligas y Premiers, Beckham se alejó del fútbol de élite para coger algo de perspectiva. Porque su estancia en Estados Unidos, le hizo interesarse por la MLS y su desarrollo como liga con potencial y negocio rentable. Firmó por cuatro temporadas, en las que ingresó 32 millones, pero, en realidad, su intención fue hacer un trabajo de campo, un máster avanzado sobre el terreno de las posibilidades reales de negocio que ofrecía la MLS.

Fichó por los Galaxy y compró un club

Pero la verdadera razón que empujó a Beckham a marcharse a Estados Unidos fue la inclusión en su contrato de una cláusula que le garantizaba poder comprar una franquicia de la MLS por 25 millones de dólares en una futura expansión. En Estados Unidos todos los deportes funcionan a través de ligas privadas profesionales: el fútbol americano (NHL), el baloncesto (NBA), el beisbol (MLB)… Beckham se aseguró la propiedad de una franquicia por 25 millones de dólares en 2007.

En febrero de 2014, la Major League Soccer anunció que Beckham, junto a un grupo de inversores, serían propietarios de un equipo de expansión en Miami, el Inter de Miami, que iniciaría su participación en 2016 o 2017. Pero no fue hasta 2018 cuando se oficializó la creación del club, del que Beckham es su actual presidente. El precio fueron los 25 millones acordados en el contrato de Beckham como jugador, una cantidad irrisoria al lado los 100 millones que se pagaron por la licencia de los New York City en 2013, los 150 por el Austin FC, o los 325 que se pagaron para hacerse con el Charlotte FC.

Fotografía de archivo en la que se registró al atacante argentino Lionel Messi (i) al saludar al centrocampista español Sergio Busquets (d), en Sant Joan d'Espí (España). Ambos futbolistas, estrellas con el Barcelona de España, volverán a actuar en el Inter Miami de la MLS.

Fotografía de archivo en la que se registró al atacante argentino Lionel Messi (i) al saludar al centrocampista español Sergio Busquets (d), en Sant Joan d'Espí (España). Ambos futbolistas, estrellas con el Barcelona de España, volverán a actuar en el Inter Miami de la MLS. / EFE/Enric Fontcuberta

En 2020 se incorporó el equipo a la competición y en junio de 2021 el Inter ya estaba valorado en 625 millones de dólares. Pero todo se ha disparado tras el anuncio de la llegada de Lionel Messi, que lo hará escoltado por Sergio Busquets y posiblemente por Jordi Alba y Andrés Iniesta, que tienen dos ofertas del equipo de Beckham sobre la mesa. El sí de Messi ha revalorizado el club hasta en seis veces más de lo que tenía en 2021 según los diarios económicos norteamericanos. Lo que lo situaría por encima de los tres mil millones de dólares. Y el efecto inmediato del fichaje de Messi provocó que el Inter pasase de tener 1 millón de seguidores en Instagram a tener 6.8 millones, con un aumento del 580% en 3 días. Y en Twitter pasó de 176.000 a un 176% más, con 460,000 seguidores. Poco importa que el equipo sea actualmente el último de la Conferencia Este.

Beckham ha pasado de futbolista a empresario de éxito mientras convivía con su etiqueta de icono mediático con naturalidad. Su apuesta por Miami, centro latino de los Estados Unidos, tampoco es casual. Y su buen ojo para los negocios confirma que dentro de esa cabeza que mucho infravaloraron hay un tipo inteligente y amable que es hoy uno de los dirigentes más valorados del deporte mundial. 

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