Sub-19

El baloncesto español presume de oro mundial: “Hay motivos para ilusionarse”

“Estos chicos son buenísimos. Es un título para recordar”, asegura el seleccionador Dani Miret tras la victoria de la sub-19 en Hungría

Los jugadores de la selección se hacen un selfie con el cuerpo técnico tras su triunfo en el Mundial. / FEB

Los jugadores de la selección se hacen un selfie con el cuerpo técnico tras su triunfo en el Mundial. / FEB

Luis Mendiola

La voz de Dani Miret suena tranquilada y relajada en la conversación telefónica que mantiene con El Periódico, de Prensa Ibérica. Podría pensarse que instalarse en la cima, como ha hecho la selección española sub19 de baloncesto tras la victoria de Hungría, debería llevar a un punto de euforia desmedida, lógica después de un triunfo para recordar. Pero no es así en el caso del seleccionador español, quizás porque las horas posteriores al triunfo y el día después no ha tenido la carga emocional que la gente podría esperarse.

“Ni siquiera pudimos celebrarlo, porque no había apenas locales abiertos. Estuvimos cenando en una pizzería después del partido y a la una estábamos ya en el hotel”, desvela Dani Miret  en el autobús de regreso a casa, una ruta de cuatro horas desde Debrecen, donde se disputó la final, hasta Budapest, para después volar hasta Madrid, a donde llegaron sobre las siete de la tarde. “No importa, aunque sea más tarde, lo celebraremos. Es un título para recordar”.

Presente y futuro

España se proclamó campeón del mundo el domingo imponiéndose a Francia después de un partido que tuvo drama y agonía a partes iguales y que resolvió en la prórroga y que ha instalado al baloncesto español en un estado de euforia tanto por la victoria, que enraiza a este equipo con otro de leyenda: el de los ‘juniors de oro’ de Lisboa (1999), como por lo que deja intuir respecto al futuro: la confirmación de un bloque muy competitivo, con algunos jugadores que se intuyen de primera línea, a los que pueden unirse otros nombres de presente como Santi Aldama (22 años), Juan Núñez (19 años) y también de futuro como Aday Mara, el gigante de 2,21, o Hugo González, que competirán a finales de mes en el Europeo sub-18.   

“Hay motivos para ilusionarse con estos chicos”, admite Miret sobre el grupo que lleva construyendo desde hace tres años, campeón de Europa sub-17, sub-18 y ahora campeón del mundo. “La final es para verla. Hay momentos para quitarse el sombrero con ellos. Para mí, hicimos la mejor defensa de la historia. La defensa es el sello de este equipo”, remarca Miret.

Dani Miret, seleccionador sub-19

Dani Miret, seleccionador sub-19 / FEB

El seleccionador destaca los 19 balones recuperados por sus jugadores, así como otros aspectos del grupo, como la actitud, el talento, el conocimiento del juego, el carácter y la resilencia para superar una final en la que llegaron a verse siete puntos por debajo en el último cuarto. “En el peor momento fueron competitivos y respondieron”, afirma y eso, destaca, es el resultado de un trabajo colectivo a muchos niveles desde la federación.

Comparación inevitable

Miret se mira con respeto las comparaciones con la generación de los ‘juniors de oro’ original . “Estos chicos son muy buenos”, admite. “Pero la generación de oro de Lisboa produjo un cambio en el baloncesto español, incluso en el deporte. Transmitieron la sensación de ganadores. Y mucho gente se enganchó por su talento, por sus valores, por su forma de competir…”, asegura el seleccionador y entrenador del Joventut, que intenta mantener los pies en el suelo y la cabeza fría, aunque algunos de los nombres del grupo como los de Izan Almansa, el MVP de la final, o el de Baba Miller, que juega en Florida State, apuntan a un futuro en la NBA.

“Hay que estar ilusionados, porque eso nos ayudará a trabajar en el día a día”, explica. “Pero hay que entender que cada uno tendrá su camino y realidades diferentes. Algunos chicos que no están entre este 12, igual pueden estar. Y otros que están tocando, se pueden parar. Como dice Ricky, el mensaje es: nunca muy alto, nunca muy bajo. Al final, Pau Gasol no era el más competitivo de aquel equipo de Lisboa. Pero el siguió y construyó la mejor carrera de la historia en España. El mensaje es que el futuro no depende de nosotros, pero sí el presente”.

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