Sergio González, exfutbolista profesional y actual entrenador del Real Valladolid, reconoció que antes del partido estaba «seguro» de que la Peña Deportiva daría «tanta guerra» en una eliminatoria que, a la postre, alcanzó la prórroga tras finalizar el tiempo reglamentario con empate a uno.

«Teníamos claro que iba a ser un partido difícil por todo. Al final, el campo es difícil, ellos son un equipo que hace el partido de su vida. Entendemos que aquí los resultados son muy cortos. Es un equipo que tiene muy claro cómo juega, dificultoso de poder contrarrestar, pero nosotros teníamos claro que debíamos pasar sí o sí», explicó Sergio durante una comparecencia ante los responsables de prensa de cada club y sin medios de comunicación por el protocolo anticovid de la Real Federación Española de Fútbol.

El técnico del Valladolid confesó que su equipo «tenía que demostrar la calidad en el campo». «En la primera parte no hemos empezado bien, hemos estado a otra frecuencia y con el gol que han hecho de manera rápida se han sentido muy cómodos y con confianza», reconoció el preparador del conjunto pucelano, una escuadra que tuvo «dudas» en la primera mitad, tal y como admitió su entrenador.

«En la segunda, el equipo ha sido otro -aclaró Sergio-. Hemos cambiado la actitud, hemos jugado como debemos hacerlo y a pesar de las dificultades hemos conseguido el pase ante un rival que tiene mucho mérito», subrayó el técnico visitante.

«Ellos se han vaciado»

En su análisis del encuentro, el preparador de los vallisoletanos argumentó que la Peña Deportiva «estaba con la flecha hacia arriba» y que «sabía que este era su partido del año o de su vida». «Y lo han demostrado, lo han dado todo, se han vaciado, con fútbol directo y segundas jugadas. Tienen muy trabajado cómo jugar en su campo», añadió Sergio, que responsabilizó a su equipo de sufrir hasta la prórroga. «La culpa ha sido nuestra porque no podemos dar vida a este equipo en la primera parte. Teníamos que cortarle el grifo de manera más contundente», esgrimió.

Por último, el preparador de los visitantes indicó que el colectivo de Raúl Casañ fue ayer un rival «muy digno y que pone las cosas muy difíciles, como ha demostrado».