Sacar adelante una sección femenina de fútbol 11 nunca ha sido tarea fácil en Eivissa. El Atlético Jesús fue durante una década el referente en este sentido, llegando a competir en Primera Nacional y atrayendo a la isla equipos de gran nivel y filiales de clubes como FC Barcelona o RCD Espanyol.

Sin embargo, mantener en el tiempo plantillas extensas y el compromiso de las jugadoras es muy complicado. Las obligaciones laborales, familiares o académicas siempre han hecho difícil confeccionar equipos federados, por lo que la labor de clubes como el Sant Jordi para la promoción del fútbol femenino son dignas de elogio.

A estas dificultades se añade la falta de horarios para llevar a cabo los entrenamientos, agravado por las restricciones sanitarias. Según explicó Quique Berlinghieri, el toque de queda impuesto en la isla a las 22 horas como medida para frenar los contagios de Covid-19 tiene una incidencia directa en el plantel que dirige. A consecuencia de la gran cantidad de equipos que se ejercitan a diario en el Kiko Serra, el Sant Jordi femenino empieza a entrenar entre las 21 y las 21,15 horas. Un verdadero quebradero de cabeza para un técnico que, pese a todo, mantiene intacta la motivación. «Vamos muy justas de tiempo para entrenar. A pesar de las dificultades, hemos empezado dando muy buena imagen y el equipo ha asimilado bien lo que queremos», subrayó el técnico catalán.