El entrenador de la Peña Deportiva, Raúl Casañ, se mostró «contento y orgulloso» por el trabajo realizado por sus futbolistas, que a punto estuvieron de eliminar a la Ponferradina de Segunda. El valenciano lamentó que la falta de acierto de los suyos les penalizara y mostró cierto cabreo al ser cuestionado por cómo afronta anímicamente el derbi ante la UD Ibiza tras las dos últimas derrotas, en especial la del pasado domingo frente al Sporting B por 6-0.

«Cuando ganábamos no éramos unos fenómenos, pero cuando pierdes aparecen las ratas y las cucarachas y empiezan a asomar la cabeza. Hay que darles fuerte a esos», dijo con un tono casi colérico el preparador de los peñistas, antes de precisar que «las ratas y las cucarachas son los detractores que están esperando a que pierdas para criticar».

Sobre el encuentro ante el conjunto berciano, felicitó a sus jugadores por rendir «al nivel» que deben ofrecer en «cada partido». «De ahí no se puede bajar y aun así no consigues ganar contra un buen equipo de Segunda como la Ponfe. Me quedo con que los chavales, que son casi los mismos que estaban en Tercera el año pasado, han competido a nivel de Segunda y hemos podido ganar la eliminatoria», resumió el levantino.

Casañ no quiso entrar a valorar la expulsión de Chuky, pero reconoció que el futbolista le aseguró, «llorando», que no había cometido falta. «No creo que lo haga a favor o en contra de nadie. Hay que dejar al árbitro tranquilo», sentenció Casañ, que hizo mayor hincapié en la falta de definición de los suyos: «Si llegan a entrar todas las que tenemos todos los partidos, estaríamos primeros. Por eso estamos sufriendo en muchos partidos, por no marcar las que tenemos. Y a nivel defensivo, hoy hemos estado mejor pero en otras ocasiones concedemos gol».

Sobre el tanto encajado en una falta lateral, indicó: «Es un despiste que puede pasar porque a nivel de córners y faltas nos han machacado».

Por último, reconoció que haber disputado 120 minutos a sólo tres días del derbi puede ser un hándicap para los suyos, máxime cuando la UD Ibiza apenas jugó 17 minutos este miércoles antes de ser suspendido su encuentro en Pontevedra. «Los 30 minutos de prórroga nos pueden pasar factura por lesiones y sobrecargas pero queda mucho para el domingo y los chicos se van a recuperar para competir bien», concluyó.