Son las 16.30 de la tarde y Sofia, Aitana y Adriá, algunos de lo jóvenes miembros de la la Escuela Municipal de Tenis de Sant Antoni, se preparan para comenzar con la clase. Jaume Marí, monitor de la escuela,lo primero que hace para iniciar la sesión de entrenamiento es calentar.

«Nada más llegar calentamos todo el cuerpo para que los niños vayan entrando en materia», asegura el profesor. Una vez realizado el calentamiento, llega el turno de los juegos. «Juegan al comecocos, a esquivar bolas, al baseball tenis... así se divierten antes de comenzar con los ejercicios propios del deporte», prosigue.

Los ejercicios a los que se refiere requieren de esfuerzo y concentración, por lo que no son los favoritos de los jóvenes alumnos; sin embargo, «se esfuerzan por ir mejorando y aprender bien los golpes», asegura Marí. «Hacemos los denominados 'cubos', que es realizar ejercicios de derechas, de revés y practicar un poco todos los golpes». Después de los ejercicios la clase vuelve a centrarse en los juegos, como por ejemplo el Grand Slam, uno de sus favoritos. Así practican los ejercicios aprendidos».

«Durante las clases ejercitan todo el cuerpo. Es un deporte que requiere de mucho físico, de agilidad, de rapidez y de anticiparse a los movimientos del otro, por lo que es muy completo». Como cualquier deporte, favorece en el desarrollo de los jóvenes, además de «tener unos valores bastarte bonitos», como asegura el monitor de Sant Antoni.

Ejercicio y valores

«En el tenis se aprende a ser honesto y a tener un buen comportamiento en la pista. Hay que saber aceptar las derrotas, así como respetar al contrincante en el caso de ganar. Se es muy estricto en cuanto a seguir las reglas, respetar al árbitro, a los compañeros y a uno mismo», agrega.

«Nuestro objetivo como escuela es seguir creciendo y, poco a poco, ir contando con más alumnos que se interesen por este deporte», asegura el profesor de Sant Antoni.

Juan Marí imparte sus clases en las instalaciones de Polideportivo de Sant Rafel. Hay dos grupos. Los más pequeños, jóvenes promesas del tenis de entre 3 y 8 años, entrenan de 16.30 a 18 horas. A continuación, les toca el turno a los alumnos de entre 8 y 14 años. Ambos practican dos días a la semana, los martes y los jueves.