La Unión Deportiva Ibiza regresó ayer a la Segunda División B, nueve años después, y lo hizo por la puerta grande, con un estreno ilusionante. Los ibicencos lograron una victoria de prestigio y trabajada ante el Sevilla Atlético, exequipo de la división de plata, al que batieron por 0-1 en el partido jugado en el estadio Viejo Nervión de la Ciudad Deportiva sevillista.

El gol de Miguel Núñez sirvió a los isleños para lograr un botín excesivo si se atienden a los méritos hechos por el rival, pero la UD Ibiza supo ser un bloque consistente en defensa y tremendamente eficaz en ataque para sumar tres puntos de oro. Una cosecha que seguro que cargará la moral de un grupo que quiere hacer grandes cosas esta temporada.

La UD Ibiza dio ayer la primera alegría del curso a su afición, que espera que sea la primera de muchas esta campaña. Unos aficionados que acabaron desolados a finales de junio cuando su escuadra se quedó a las puertas del ascenso en la fatídica eliminatoria ante el Atlético Levante, pero que recuperaron luego el ánimo cuando se supo que su equipo jugaría en Segunda B tras comprar la plaza del Lorca FC, que fue descendido administrativamente.

El conjunto entrenado por Antonio Méndez no fue ayer brillante, pero tampoco se le puede pedir mucho más a un plantel que ha sido reestructurado por completo y que todavía necesita mucho acoplamiento.

En el cómputo general del choque, los cachorros sevillistas fueron mejores que los baleares. Los andaluces llevaron el control del partido, dominando la posesión de la pelota y creando más ocasiones de peligro que los ibicencos. Su desacierto en los metros finales y las paradas providenciales de Álex -todo un seguro de vida bajo palos- dieron vida a un Ibiza que, eso sí, jamás se descompuso y demostró ser un conjunto con empaque.

En los primeros 20 minutos del encuentro, Pepe Mena, Chacartegui y Pejiño probaron fortuna para inaugurar el marcador. Tremendo fue el disparo que ejecutó Pejiño con la pierna izquierda, desde la frontal del área, al que respondió Álex volando y sacando una manopla providencial (minuto 19).

La pizarra funciona

Pero entonces el Ibiza sacó petróleo de la estrategia. En una jugada ensayada, el balón acabó dentro del área sevillista y Núñez, que estuvo atento y muy rápido, metió el pie para enviar el balón a la red de la portería del filial del Sevilla. Era el minuto 21 del encuentro.

Los locales continuaron dominando hasta el descanso, ante un Ibiza bien replegado. En el 36 Felipe Carballo volvió a poner a prueba los reflejos del meta visitante Álex; y antes del intermedio fue Javi Serra, para el Ibiza, el que tuvo un infructuoso mano a mano ante Lucho García, que cubrió bien su portería y evitó que llegase el segundo tanto del día.

En los primeros compases de la segunda mitad el Sevilla B continuó siendo incisivo. El juvenil Luismi, que había entrado en el descanso, se marcó un jugadón personal y su chut salió lamiendo el palo.

Sin embargo, con el paso de los minutos el Sevilla Atlético se fue poco a poco diluyendo y creía cada vez menos en sus posibilidades, ya sin tanto mordiente como en las anteriores fases del encuentro.

Inteligencia visitante

Todo lo contrario que la UD Ibiza, que puso fe, seriedad y supo manejar bien los tiempos. Incluso pudo marcar algún gol más el conjunto de Vila, pero Cristian Herrera llegó muy forzado a un centro servido desde la derecha por Javi Serra, que volvió a generar peligro por su lado.

Ahí murió el partido, que sirvió de regreso de la UD Ibiza a Segunda B 3.395 días después. Buen estreno de los unionistas, que ya piensan en el próximo escollo, el Atlético Sanluqueño, al que se medirán este próximo domingo en el estadio municipal de Can Misses (12 horas).