«Somos aficionados a la pesca submarina desde que éramos niños. Nos conocimos aquí en la isla hace algunos años y desde entonces nos tomamos lo de la pesca submarina más en serio porque es algo que engancha, que el cuerpo te pide y que una vez que empiezas ya no puedes dejar porque en el agua es donde nosotros mejor estamos», comentan Guille Natera y David Piñeiro, dos enamorados del mar y de la isla de Eivissa.

«La pena es ver la cantidad de pescado de gran tamaño y de especies que hay en Túnez y que aquí debería haber, pero que ya no se ve por ningún lado», lamentaron.