El entrenador del Alcúdia, Pep Barceló, el más veterano en el banquillo en esta categoría, señala que «la Liga de 22 se debe aceptar porque las normas están para cumplirse». «Sí que es verdad que la permanencia estará carísima y algún equipo, hecho a golpe de talonario, igual navegará por aguas no deseadas. A nivel técnico, las plantillas deberían ser más largas. Las jornadas intersemanales son muy complicadas de colocar. Si la Liga premia la regularidad, este año aún lo hará más si es necesario. Hay doce equipos que hacen plantillas para jugar el ascenso y mínimo seis que quieren hacer campeón. Luego la travesía de tres eliminatorias es durísima. Desear que suban cuantos más mejor para amortizar los cinco descensos que en teoría habrá», señala.

El entrenador del Ferriolense, Tato, asegura que esto «no es muy normal». «Todo esto se veía venir y ha habido silencio hasta ahora. Me gustaría que se pusieran en la posición de los entrenadores y jugadores. La competición será durísima por muchos motivos, por el enorme nivel que tiene esta temporada la categoría y por la gran cantidad de encuentros que habrá», indica, y añade: «Los jugadores necesitan desconectar y cómo competimos si un miércoles tenemos partido en Ibiza con jugadores que estudian o trabajan. La regulación de los descensos habría que hacerla poco a poco».