UD Ibiza: periodo de reflexión

El batacazo del equipo celeste en el ‘play-off’ de ascenso a Segunda trunca los planes del club en su objetivo de regresar al fútbol profesional y abre una etapa de incertidumbre sobre el futuro del proyecto

Aficionados celestes en Barcelona.

Aficionados celestes en Barcelona. / UD Ibiza

Rubén J. Palomo

Rubén J. Palomo

La prematura eliminación de la UD Ibiza en las semifinales del ‘play-off’ de ascenso a Segunda División a manos del Barça Atlètic abre un profundo periodo de reflexión sobre el proyecto de Amadeo Salvo en la isla. Incumplido el objetivo de regresar al fútbol profesional para celebrar el décimo aniversario de la UD Ibiza –el año próximo– en la división de plata del balompié nacional, en el entorno celeste y en la propiedad se agolpan muchas cuestiones en cuanto al futuro de la entidad.

No es ajeno a ningún aficionado que la familia Salvo ha invertido mucho capital en conducir al club ibicenco hacia la elite del fútbol español, y que solo consolidándose en LaLiga puede hacerlo rentable a todos los efectos. Publicidad, masa social, televisiones, instalaciones… Todos los planes para desarrollar en profundidad el proyecto celeste se tambalean con el equipo en Primera RFEF y los primeros obstáculos podrían aparecer de inmediato cuando se negocie el nuevo convenio de usos del estadio de Can Misses con el Ayuntamiento de Ibiza.

Convenio del estadio

Haber regresado al fútbol profesional habría significado la posibilidad de lograr una concesión a largo plazo para explotar el coliseo celeste, como sucede en multitud de ciudades españolas. De esta forma la entidad lograría una estabilidad para profundizar en sus planes de expansión y crecimiento a nivel de infraestructuras y servicios.

En cambio, con el equipo en Primera RFEF ya no hay coartadas para lograr la mantener la exclusividad del estadio municipal y menos con el CD Ibiza en Segunda RFEF, solo una categoría por debajo. El club rojillo, según la información que maneja esta redacción, no va a ceder en la negociación para poder compartir Can Misses con su ‘archienemigo’, y el Ayuntamiento tendrá que decidir si hacerse cargo de los elevados gastos de mantenimiento del estadio (riego, jardinería, iluminación, etc) o bien recordarle al club rojillo que para usarlo tendrá que compartir los dispendios con la entidad celeste. En las próximas semanas habrá novedades, pero tiene pinta de que volveremos a vivir roces y desacuerdos para la firma de los convenios.

Planificación deportiva

En lo deportivo, Juan Giménez tiene un segundo año de contrato al frente de la secretaría técnica del club para enmendar los posibles desatinos que haya habido en la planificación de la plantilla y del cuerpo técnico. El valenciano, si no hay un giro radical en los planes de Amadeo, deberá hilar muy fino para compensar un plantel cuyo rendimiento ha caído en picado en los últimos meses. Futbolistas experimentados que llegaron al club procedentes de categorías superiores, han ido de más a menos hasta resultar una absoluta decepción.

Los números lo dicen todo: seis victorias, seis empates y nueve derrotas en los últimos 21 partidos (los 19 de la segunda vuelta en Liga y los dos del ‘play-off’ contra el Barça Atlètic). Un bagaje nefasto que obliga a abrir un periodo de reflexión a todos los niveles en la zona noble de Can Misses de cara a la próxima temporada.