El Club Básquet Sant Antoni dijo anoche adiós a una temporada de ensueño que ha supuesto el debut de un club ibicenco en LEB Plata, la tercera categoría del baloncesto masculino nacional. El Clavijo riojano apeó a los de Carles Flores de la pelea por un ascenso que era impensable a principios de curso, pero que ha tenido visos de realidad gracias al obstinado empeño y a la firme ilusión del club de Portmany.
Cuando a los cinco minutos el videomarcador reflejaba un preocupante 7-17 para los visitantes, nadie en Sa Pedrera bajó los brazos o hizo amago de arrojar la toalla. Los más de 600 aficionados que acudieron a la histórica eliminatoria de ascenso a LEB Oro estrujaron sus bubucelas y acompañaron la reacción del equipo para cerrar el primer acto en 15-17, fallando incluso cuatro tiros libres que le habrían dado ventaja y esperanzas ante la enorme empresa de remontar 19 puntos del partido de ida. Los ibicencos nunca desconectaron y se mantuvieron en la pelea frente a un Clavijo que supo administrar bien la ventaja adquirida la semana anterior.
Aunque el esfuerzo resultó baldío ante la entereza y los amplios recursos del cuadro logroñés, el arrebato de los portmanyís fue el claro ejemplo de la convicción de todo un club en que aquí no acaba el sueño.
El nuevo CB Sant Antoni se está construyendo sobre firmes pilares, con gente seria y con experiencia para liderar un proyecto ambicioso pero con sensibilidad y arraigo en el pueblo. El club ha tejido una amplia red de colaboradores y es ejemplo en marketing y comunicación. Sus partidos en Sa Pedrera se han convertido también en un referente para otros deportes al ofrecer mucho más que un espectáculo deportivo, también musical y social, como punto de encuentro para los amantes del baloncesto insular. El CB Sant Antoni tiene licencia para soñar con seguir haciendo historia y se ha ganado el reconocimiento y el cariño de toda la isla.
