La destitución de Juan Carlos Carcedo tras encadenar seis jornadas sin conocer la victoria, aunque con el equipo a cinco puntos de las posiciones de descenso al final de la primera vuelta, deja muy claras las aspiraciones de un club cuyo propósito es ‘escalar hasta la cima’ –lema de la entidad desde el desembarco de Amadeo Salvo en la isla–, lo que equivale a luchar por uno de los puestos del play-off de ascenso. La última derrota de la UD Ibiza en Can Misses frente al Sporting de Gijón (0-2) ha supuesto un duro golpe anímico tanto en la plantilla como en el entorno del club celeste, que ya mira la salvación como principal objetivo. La parte positiva es que todavía queda la mitad de la fase regular y los de Vila aún están a tiempo de revertir la situación.
El play-off es el objetivo encubierto de la UD Ibiza, y otro de los aspectos positivos es que nunca había estado tan barato a estas alturas de campeonato desde que se juegan estas eliminatorias para subir a Primera División. Al término de la primera vuelta, el Girona es sexto con 31 puntos, seis más que los celeste. Desde que existe el play-off, ningún sexto clasificado ha registrado una puntuación menor, solo en tres ocasiones -2010-11, 2013-14 y 2016-17- el 6º firmaba también 31 dígitos, pero jamás una puntuación menor.
La temporada pasada fue una de las que registró una puntuación más alta tras la disputa de la primera parte del campeonato. El Sporting de Gijón era sexto por entonces con 36 puntos. A final de la fase regular hicieron falta 67 puntos para acabar entre los seis primeros.
Un año antes, en la 2019-20, la sexta plaza a estas alturas la marcaba el Numancia con 32 puntos. El play-off esta vez estuvo más barato, la marca se quedó en 61 puntos.
En la 2018-19, el Osasuna fue sexto tras la primera vuelta con 35 puntos. Los navarros acabaron ascendiendo de forma directa a Primera tras acabar liderando la tabla.
Y en las campañas anteriores tampoco nunca un sexto cosechó menos de 31 puntos tras 21 jornadas celebradas. En la 2017-18, el Granada iba en dicha posición con 34 puntos. Y al final fueron necesarios 65 para quedar entre los seis primeros. La 2016-17 fue otra de las menos exigentes a estas alturas. El Lugo era 6º con 31 puntos, los mismos que ahora tienen el Girona y Las Palmas, sexto y séptimo. Fue un play off barato, se pudo disputar con 63 puntos en la liga regular.
En la 2015-16, era el Alcorcón el 6º con 34 puntos tras la primera vuelta. Y al término de las 42 fechas, fueron necesarios 63 para acabar en ese puesto en la tabla. En el curso, 2014-15, la Ponferradina marcaba el límite con 32 puntos. Terminó siendo un play-off asequible, el sexto solo alcanzó los 61 puntos.
La temporada 2013-14 también fue una de las más accesibles, tanto a mediados como a final de campaña. Tras la primera vuelta, el Numancia era sexto con 31 puntos y solo se necesitaron 61 (el Córdoba, 7º) para pelear por el ascenso.
En la 2012-13, el sexto en el ecuador era Las Palmas con 33 y se necesitaron 66 a final de curso.
En la 2011-12, esa plaza la ocupaba el Almería con 36 y hubo que alcanzar los 71 para disputar el play off -la temporada más cara-. Y en la 2010-11 (primera vez que hubo play off de ascenso), el Granada marcaba la zona con 31 puntos tras 21 partidos y a final de campaña la cifra ascendió hasta los 66 -el Valladolid, 7º.
A la espera del entrenador
El recién ascendido tendría bastante con mantenerse en la categoría en su primera incursión en el fútbol profesional, pero todos son testigo de los ambiciosos propósitos de un Amadeo Salvo sabedor de que con un poco más, su equipo podría estar navegando en la zona media-alta de la clasificación. Y con ese objetivo apura los días para dar con el perfil idóneo del próximo inquilino del banquillo celeste. Paco Jémez, exentrenador del Rayo Vallecano, podría ser uno de los principales aspirantes para liderar la nave celeste en la segunda vuelta.
