En agosto de 1521, Hernán Cortés conquistó, tras un cruento asalto por mar y tierra, la gran ciudad de Tenochtitlan, el orgullo de los aztecas, tras una tenaz resistencia de sus habitantes al mando de su emperador Cuauhtémoc.
Se cumplen ahora 500 años de la conquista de Tenochtitlan, sobre cuyas ruinas se asienta hoy la capital de México. La caída de la capital azteca simbolizaba la derrota y vencimiento de todas las tribus y pueblos americanos frente al conquistador español , pero sobre todo encarnaba esa conquista. El símbolo de los soldados y marinos de Cortés entrando a sangre y fuego en la fortaleza de Tenochtitlan, es la imagen más representativa de lo que fue la conquista americana.
Así pareció entenderlo ya entonces Francisco López de Gómara que en 1552 escribió ‘La Historia de las Indias y conquista de México’, que desde entonces y hasta la fechas supone el relato más completo sobre la llegada y colonización de los españoles al Nuevo Mundo.
Por ello, en conmemoración de esos 500 años, Biblioteca Castro publica de nuevo el gran relato de López de Gómara, en una flamante edición con la introducción crítica de Belinda Palacios, profesora de la Universidad de Ginebra.
El contenido del libro, aunque tomando como modelo la conquista de México, es el relato extraordinario de cómo un puñado de hombres consiguió someter, en el plazo de sesenta años, a una buena parte del continente americano. El libro tuvo un éxito arrollador durante el siglo XVI. Este éxito se debió esencialmente a que se trataba del relato mas completo sobre la conquista de América, hasta entonces, ya que abarca desde el descubrimiento de América con el primer desembarco de Colón hasta 1551, fecha en que López de Gómara comienza a escribir su relato.
La obra tiene dos partes, una primera a modo de introducción y de presentación del gran escenario de la conquista. Va delineando toda la costa americana desde la península de Labrador y descendiendo hasta el estrecho de Magallanes y vuelve a subir, ahora por el Pacífico desde Chile hasta llegar otra vez a las tierras del norte. Pero es la segunda parte la que concentra el valor de esta obra, centrada especialmente en la conquista de México, que el autor elige a modo de ejemplo y siguiendo el hilo de la biografía de Cortés.
La obra de López de Gómara, su importancia cobra mayor mérito sabiendo que él nunca estuvo en las Indias. Gómara realizó un prolijo trabajo de consulta de la documentación y escritos existentes entonces y contó con un material esencial como fueron las cartas de Cortés y con material de primera mano de la conquista al estar en contacto con el entorno mas cercano a Cortés y al propio Cortés, lo que le permitió tener material vivo y directo sobre la conquista de la Nueva España.
La imagen de los hombres de Cortés tomando a sangre y fuegoTenochtitlan es el símbolo de la conquista de América
El éxito de la obra consistió en fundir todos ese material en un relato relativamente breve y ameno de leer y lo que podemos llamar la virtud del estilo, de gran sencillez y llaneza, con la idea de llegar al mayor número de personas. Hay una gran profusión de refranes y expresiones coloquiales. También es notable el uso de superlativos y adjetivos grandilocuentes, propios de la época.
Aunque su historia siempre se vuelca a favor de los conquistadores, serán numerosas las ocasiones en que denuncie los excesos de violencia y de codicia de los soldados españoles y su comportamiento contrario a los principios cristianos. Pero esto siempre lo hace señalando a los otros españoles enemigos de Cortés, al que López de Gómara siempre enaltece así como sus conquistas.
Cortés es el eje de la historia, dibujado por Gómara como el conquistador ideal, el guerrero más audaz, el estratega, el que actúa con justicia (justificando todas sus acciones) el conciliador cuando es necesario y el que siempre actúa «y toma la tierra en nombre del rey y del imperio español».
Cortés es el ejemplo y el modelo en la conquista de América. El hombre que desarrolló una impecable campaña de conquista que López de Gómara hace resaltar aún más al rebajar las proezas de Pizarro en Perú, o de Vasco de Gama. Resulta bastante revelador la brevedad con que despacha la conquista del Perú, insinuando que fue fácil, frente a la conquista de Tenochtitlan y las duras batallas que costó.
Con todo, una obra necesaria e imprescindible de leer si se quiere conocer cómo ocurrió y devino la conquista de América y cómo unos hombres, guiados especialmente por el afán de riqueza, sometieron a todo un continente.
