Las piñas de familias alrededor del pinar, la reunión en la iglesia, el concurso de paellas... Todo eso ha cambiado ahora debido a la pandemia. El día de Sant Cristòfol no consiguió atraer a muchas personas, si bien fue «igual de especial». (Mira aquí todas las fotos)

Así define Vicent Marí, presidente del Consell insular y anterior alcalde de Santa Eulària, estas fiestas a las que acude cada año. «Hay que mantener las tradiciones y celebraciones aunque sea respetando todas las medidas de seguridad», explica Marí, que añade: «La pandemia sanitaria es pasajera pero la económica no tanto».

La misa tuvo lugar a las 19 horas, no al mediodía como es habitual. La iglesia preparó varios geles hidroalcohólicos, así como un paquete de mascarillas para quien no tuviese. Después de las campanadas de inicio de la ceremonia (en las que se terminó rompiendo la cuerda de la campana), unas 40 personas acudieron al interior, siendo, en un principio, casi más políticos que residentes. Durante el sermón, se lamentaron los fallecimientos a causa del virus y se alabó a los trabajadores sociales.

A medida que avanzaba una misa atípica marcada por las mascarillas, llegaron más personas y también varios agentes de policía que velaron para que no se formasen aglomeraciones en el desfile de carros.

Al terminar la íntima ceremonia, los asistentes salieron a la entrada charlando y juntos disfrutaron del desfile, con menos carros de lo habitual. Las personas que los llevaban no contaban, en su gran mayoría, con la mascarilla sanitaria.

Negocios preocupados

Negocios preocupados

El restaurante La Perla abrió el 12 de mayo y no ha percibido un aumento de clientela a causa de las fiestas. «A ver si se animan nuestros vecinos de Santa Eulària», cuenta Vicente, camarero del local. «Ni sabía que se hacían paellas este año», explica elevando la voz debido a la actuación musical que se estaba llevando a cabo en la terraza del establecimiento.

En el negocio de enfrente, Apache, se encuentra Antonio Zurdo. «Cero. No esperamos nada hasta que abran los hoteles de aquí», responde el trabajador al ser preguntado por sus previsiones de estas fiestas. Al igual que Vicente, Zurdo no sabía de la realización de la Feria Mundial de la Paella». «Antes nos juntábamos todos en el pinar a comer y a ver los carros pasar saludando», rememora.

«A ver qué tal el agosto, pero espérate a que no haya recaída en contagios. Ya comienzan las cancelaciones en los hoteles por esto de los rebrotes. No apunta alto», lamenta Zurdo, preocupado por el futuro incierto.