Vanesa Lorenzo (1977 Barcelona) comenzó su carrera en publicidad y cine a los 11 años y fue a los 18 cuando dio un salto a nivel internacional. Ha vivido en París y Nueva York, donde trabajó para Armani, Dior, YSL, Escada, Ralph Laurent, Victoria's Secret, Gap y L'Oreal, entre otras firmas. La maternidad de Manuela y María le cambió la vida nómada de top por una estabilidad que se afianza en el yoga y una alimentación sana. Ahora sueña con volver a diseñar moda sostenible y retomar su faceta de actriz.

¿Cómo es su relación con Ibiza?

Al principio era más tema de vacaciones de verano con Carles Sans y Maria Antonia Rodriguez, con los que mantenemos una buena relación, pero cada vez venimos más en invierno. Ibiza es una gozada cuando hace frío y no hay nadie, es muy apetecible. Antes iba más a Menorca. Carles, mi pareja, me invito a explorar la isla de una manera más especial y descubrí su espectacular naturaleza.

¿Le sorprendió?

Hay zonas que no han tenido un desarrollo óptimo para los recursos naturales que tiene la isla, pero todavía hay partes en las que la gente mantiene la forma de vida isleña con layback y la esencia. El marketing ha hecho que la gente solo conozca una parte, pero cuando exploras la isla te das cuenta que tiene muchas caras. Está el lado lúdico y festivo, sin embargo lo más atractivo y chulo es lo más natural, lo que más me gusta y que no me esperaba.

¿El turismo de lujo es un buen rumbo?

Como todo en la vida, el equilibrio es lo mejor y por tanto no inclinarse solo hacia un turismo de lujo porque eso hace que se cree un mini mundo que no es real, y está fuera del mercado y entiendo que no es lo más conveniente. La isla todavía ofrece diversidad, está bien que se acerque a ese turismo de lujo porque todavía queda la otra Ibiza más normal. No es fácil encontrar el equilibrio pero creo que todavía se consigue. Es difícil solucionar el tema de los servicios y los problemas de alojamiento, si no se soluciona será insostenible.

¿Su carrera de modelo está en stand by ?

Sigo activa como modelo nacional e internacionalmente, aunque desde que soy madre trabajo más en proyectos nacionales que me permitan volver a casa. Cuándo tomas la decisión de ser madre y tienes una profesión que conlleva una serie de consecuencias y obligaciones laborales, tienes que dejar un poco la vida nómada de modelo. No es tan fácil de compaginar con la maternidad. Dejé Nueva York donde vivía y me embarqué en un proyecto familiar, que era lo que el corazón me pedía.

¿La maternidad le ha cambiado mucho la vida?

Mucho. Desde pasar de una vida nómada, anárquica, a una vida de estabilidad, de agenda y de horarios. Con hijos hay menos cabida para la improvisación, eso te cambia mucho tu estilo de vida.

Usted es ahora una top model de corte clásico. ¿Cómo ve a las nuevas modelos digitales?

Todas las cosas tienen sus pros y sus contras. Me parece maravilloso que haya unos canales de comunicación en los que como modelo puedes comunicar algo más sobre ti, un pensamiento y una forma de ver las cosas. Como modelo eres una herramienta que las empresas necesitan que tu imagen forme parte de una campaña publicitaria y ahora las modelos tenemos la oportunidad de aportar nuestra personalidad a esa imagen. Las marcas no solo se acercan a ti por un registro de belleza, sino también por la personalidad que tengas y si encaja con la marca.

Pero ahora cualquiera es modelo accidental o profesional.

A nivel de marketing es una cosa muy chula, me interesa mucho y es una oportunidad muy bonita para las modelos. Por otro lado hay un intrusismo o no sé cómo llamarle. Ya no se buscan los perfiles de modelo como tal, puedes trabajar como modelo puntualmente sin serlo.

Ha pasado de top analógica a digital también y es bastante activa como bloguera.

No soy nativa digital pero me estoy adaptando muy bien, creo que tiene cosas muy positivas. Es un tema complicado y no es fácil encontrar el equilibrio. En el tema periodístico se ha visto muy perjudicado, parece que cualquier opinión pública ya tiene que ser real. El usuario tiene que contrastar si tiene valor aquello que se ha publicado o no y esto es complicado. La sociedad tiene que entender esta nueva era en la que todo el mundo opina de todo, hay que coger las cosas con pinzas y ser muy riguroso al leer algo con seriedad.

¿Tiene aparcada su faceta como diseñadora en la que ha sido incluso galardonada?

Me gradué en diseño de moda tarde porque empecé tarde a estudiar. Mi carrera iba como un tiro porque empezada a tener demandas internacionales, pero me quedé embarazada, era un proyecto de diseño y de empresa importante. Era una locura, trabajaba 12 horas y estaba embarazada. No era el momento. Me costó mucho tomar la decisión, ya que cuando las cosas empiezan a despegar es difícil pararlo en ese instante tan prometedor, pero tener un hijo es más importante que una marca de moda. En la actualidad soy socia y colaboro con la marca The animals Observatory.

¿ Otro proyecto en mente?

A nivel ejecutivo como diseñadora no estoy haciendo nada en estos momentos, al principio estuve como diseñadora a nivel interno con patronajes. Tengo un proyectillo que en el futuro haré, puesto que la expresión creativa a nivel de prendas, colores y texturas es algo que me fascina.

¿Y cómo ve la moda actual?

Es la locura máxima, me parece una industria mágica que crea muchos puestos de trabajo. Ya tengo una edad y llevo muchos años en la industria, pero el fast fashion no me atrae ni me llama la atención. Me interesan la moda sostenible, la gente que apuesta por unos valores y una ética en la producción de prendas. A nivel estético la moda es divertida, aunque me gustan cada vez más las prendas atemporales que duran más en mi armario.

¿ La democratización de la moda es buena o mala para el estilo y la elegancia?

Creo que es bueno, sería injusto que si no tienes un poder adquisitivo elevado no puedas acercarte a prendas con un diseño interesante. Sin embargo las empresas que ofrecen esta moda más económica deben tener una responsabilidad social bestial, deben llevar eso al máximo rigor.

A veces los grandes grupos de moda y financieros no les dejan.

Es cierto, pero todo esto va en detrimento del planeta al final.

Usted descubrió el yoga en Nueva York, esto suele ocurrir en India o en países de oriente. ¿Qué significa esta ciudad para usted y cómo lo conoció?

La primera ciudad internacional en la que viví por mi profesión fue París. Esta ciudad me acogió y me sirvió como lanzadera en mi carrera internacional. En Nueva York me sentí muy cómoda desde el primer momento, te encuentras los dos extremos, puedes comer lo mejor y lo peor, lo mismo pasa con las disciplinas como el yoga, que está muy instaurado. Fue algo que desde la primera clase y mi primera práctica en Yibamute, me enamoré. La modalidad Ashtanga es la que mejor se adapta al estilo de vida de Nueva York y encajó muy bien conmigo porque era muy dinámica, física, pese a que con el paso del tiempo ha cambiado la relación que tenía con el yoga en Nueva York con la de ahora.

Ha dicho: 'El yoga es un estilo de vida'. ¿Cómo lo explica para la gente que no practica esta disciplina o no la conoce?

Es como tu acarreas tu ser, tu cuerpo y tu mente. Es tomar conciencia de que hemos venido a este mundo con un cuerpo, una cabeza y una mente. Conectar el cuerpo y la mente es otro mundo.

También ha afirmado: 'Cómo el yoga consigue transformar el cuerpo es bestial'.

El yoga contempla la parte física y mental, luego también nos podemos poner más trascendentales y hablar del alma. Me encuentro infinitamente mejor a nivel físico cuando practico yoga que cuando no, y mentalmente también. Me hace parar esa mente loca que tengo, me da un respiro y me ayuda mucho a gestionar las emociones.

¿ El yoga en pareja ayuda a un mejor entendimiento?

Me gustaría que fuera más a menudo con Carles. Compartir con tu pareja algo que a ti te hace sentir bien en pareja o en amistad es algo maravilloso que te une.

Hábleme de su nuevo libro.

Ni siquiera está en la editorial. El primer libro, 'Yoga, un estilo de vida,' fue un regalazo total. Trabajé dos años en él, fue más un acto de fe por parte de todos, por el placer de hacerlo. Lo hice más por un proyecto personal, nunca pensé que iba a tener tanta venta, ni tantas alegrías. He tenido una respuesta muy bonita de la gente y me pide más, por lo que me gustaría hacer otro en esa línea de yoga, de la búsqueda del bienestar y cómo cuidarnos. Siempre digo: 'cuerpo solo tenemos uno, así que más vale cuidarlo'.

¿Cuida mucho la dieta y la alimentación para mantener su figura o con el yoga ya le basta?

En general como bastante bien, procuro nutrirme muy bien. Es una cuestión de salud. Nunca he hecho dietas, siempre he sido muy delgadita y me ha costado engordar y ahora más, intento engordar y no puedo. Nunca he hecho dietas con el objetivo de adelgazar como muchas otras chicas de la profesión. Es igual de costoso cuando quieres ganar peso y no puedes. Cuando estoy trabajando fuera de casa como lo que hay, si considero que no he ingerido suficientes nutrientes trato de tener siempre frutos secos o similares en el bolso. Hay que tratar la alimentación como medicina preventiva y creo firmemente en ello. Intento darle a mi cuerpo los nutrientes que necesita. Es la filosofía que tengo en casa.

¿La delgadez está esclavizando a la mujer moderna para que todo le quede bien y estar al día?

El problema de los países desarrollados es la obesidad, no tanto la enfermedad de la anorexia, las dos cosas son igual de graves, hay que atender ambos problemas. Hay que empezar desde la base, los comercios y desde casa, hay que nutrirse bien, el objetivo no es estar gordo o delgado, es estar fuerte y sano para sentirse cómodo con tu cuerpo. Hay varias tendencias, no es una cuestión de tener cuatro kilos menos o más y menos ahora que hay otras tendencias como las Kardashian, que son un canon estético a seguir.

¿Cómo lleva la fama con un marido tan conocido como Carles Puyol, que se suma a la suya?

Muy bien y tranquilos, Carles es una persona que ha vivido eso de una forma muy orgánica y tranquila, siempre es muy amable y la gente es muy respetuosa. Son acercamientos de gente con mucho cariño, es una cosa muy bonita, es un orgullo.

No les gusta mucho la fama como trampolín...

Es una consecuencia del trabajo. Tanto él como yo estamos muy agradecidos de las profesiones que tenemos, lo suertudos que hemos sido, al final lo aceptas como algo amable que forma parte de la profesión.

¿Qué sueña Vanesa Lorenzo?

Sueño con ser feliz y envejecer muy bien. Continuar con una estabilidad emocional, salud para mis hijas y mi pareja, cosas que nos preocupan a todos, lo básico, porque al final soy de las personas que piensa que si trabajas bien y llevas las cosas con optimismo te tienen que ir muy mal las cosas para que no funcione. La salud es lo que puede estar fuera de tu alcance, aparte de que te cuides con la alimentación, hagas ejercicio y demás, por eso lo único que pido es lo más importante: salud

¿No le ha quedado algún sueño por cumplir, como un pase de modelo o una campaña publicitaria?

Me queda la pena no haber desarrollado más mi carrera cinematográfica, rodé un largometraje en Italia y varios cortos. Empecé a estudiar en Nueva York, hice cursos , pero como el trabajo de modelo era non-stop y luego me puse a estudiar diseño, pues se me quedó ahí pendiente.

Tiene tiempo para retomarlo.

Sí, para eso no hay edad, puede ser.